A diferencia de España, donde la normativa es muy estricta en lo que a modificaciones de un vehículo se refiere, nos podemos referir a Estados Unidos en esta cuestión como el paraíso de las modificaciones. Aunque la ley no es igual en todos los estados, lo cierto es que hay muchos que permiten cambiar por completo un vehículo e incluso motorizar objetos no destinados a tal uso, como es el caso de este coche de choque gigante que no sólo es completamente funcional, sino que puede circular por la carretera de forma legal.
Dan Hryhorcoff es el protagonista de este proyecto, que hemos podido conocer gracias a los compañeros de Carscoops. Desde su casa en el estado de Pensilvania, Hryhorcoff decidió fabricar una versión gigante del típico coche de choque presente en las ferias de Estados Unidos. La diferencia es que es un 200 % más grande que las unidades que se pueden ver en las atracciones, ya que su objetivo era convertirlo en un automóvil completamente funcional.
Con el motor de un Chevrolet Aveo
Para lograr su objetivo, empleó partes de una moto y el motor de un Chevrolet Aveo para motorizar este coche de choque gigante. De hecho, su diseño está calcado de los coches de choque de la década de los 50 que se empleaban en el parque de atracciones de Elysburg, en Pensilvania. Hryhorcoff pasó nada menos que ocho horas en el mencionado parque de atracciones para poder plasmar el diseño a su coche de coche gigante.
La colocación del motor no fue fácil. Tuvo que instalarlo en la parte trasera, por lo que este ‘vehículo’ se beneficia de un sistema de tracción que envía todo el par a las ruedas traseras. El tren delantero de una motocicleta está presente en la parte delantera, por lo que podemos categorizar de triciclo a este coche de choque gigante. Aunque no hay datos acerca de qué modelo de motor es, todo apunta a que se trata de la opción más común en Estados Unidos, esto es, un bloque gasolina de 1.6 litros con una potencia de 100 CV. Más que suficiente para mover un vehículo de estas características.
Y como te decíamos al principio, cumple con todos los requisitos legales contemplados en Pensilvania para circular legalmente por carretera. Eso sí, con ciertos aspectos negativos en material de seguridad: su enorme asiento, con capacidad para más de un ocupante, no cuenta con cinturones de seguridad. Es el precio a pagar por este tipo de creaciones tan locas.
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