La innovación y la sostenibilidad se han unido en el sector funerario gracias a Derks Funeral Mobility, una empresa holandesa que ha decidido que el último viaje también puede ser respetuoso con el medio ambiente. Esta compañía ha transformado vehículos eléctricos de alta gama, como el Tesla Model 3 y el Mercedes EQE, en elegantes coches fúnebres, ofreciendo una despedida con cero emisiones y un toque de distinción.
Tipos de coches fúnebres
El Tesla Model 3, conocido por su diseño moderno y su rendimiento eléctrico, ha sido meticulosamente modificado para cumplir con las necesidades funerarias. El vehículo se ha alargado hasta alcanzar los 5,56 metros, manteniendo el elegante frontal y las puertas delanteras del modelo original. La parte trasera ha sido rediseñada para albergar el espacio necesario, añadiendo ventanillas desde el pilar B y una gran luna posterior, todas ellas equipadas con cortinas de accionamiento eléctrico para garantizar la privacidad. El interior cuenta con una iluminación inspirada en los techos estrellados de Rolls-Royce, añadiendo un toque de serenidad al ambiente.
Por otro lado, el Mercedes EQE, una berlina eléctrica que combina la tradición de la marca alemana con la innovación eléctrica, también ha sido adaptado por Derks Funeral Mobility para servir como coche fúnebre. Este vehículo ofrece una alternativa lujosa y respetuosa con el medio ambiente para el último viaje.
Estas transformaciones no son las primeras en su tipo. Ya en 2016, el proveedor holandés Remetz Car convirtió un Tesla Model S en un coche fúnebre, y en 2019 se lanzó en Noruega una segunda producción basada en este modelo, con una silueta de cuatro puertas y un techo significativamente elevado. Estas iniciativas reflejan una tendencia creciente hacia la sostenibilidad en todos los aspectos de la vida, incluyendo el último adiós.
Con estas propuestas, Derks Funeral Mobility no solo moderniza el sector funerario, sino que también ofrece a las familias la oportunidad de despedir a sus seres queridos de una manera que refleja un compromiso con el medio ambiente y un toque de distinción. Porque, al final del camino, ¿quién no querría un último viaje que sea tan memorable como sostenible?
