1- Acabas de conseguir el 2º puesto en las 24 Horas de Le Mans, aunque seguramente no te lo esperabas… ¡Desde luego que no! Audi me comunicó que sería piloto reserva y me pidió que corriera con Toyota en la categoría LMP2… Todo cambió tras el brutal accidente de su piloto Loic Duval.
2- ¿Cómo fue aquello? Pues muy rápido. Cuando vi la colisión de Duval en los entrenamientos intuí que no podría correr las 24 Horas, así que le pregunté al jefe de equipo de Toyota si era legal que Audi me reclamara. ¡Enseguida se puso a mirar el reglamento!
3- ¿Qué pensaste cuando te llamó Audi para sustituir a Duval? Tengo 40 años y 8 de experiencia en Le Mans con una victoria, así que correr en LMP1 no me iba a cambiar la vida. Lo afronté con ilusión, pero con tranquilidad, pues no tenía nada que perder. Además, no podía tener mejores compañeros de coche que di Grassi y Kristensen.
En breve
Tus aficiones… Jugar al tenis, hacer submarinismo y montar en bicicleta de montaña.
Adoras… El silencio.
Tu parte favorita de Le Mans… La recta de Hunaudières, donde alcanzábamos unos 350 km/h. También las curvas de la Foret.
¿Qué le falta a la F1 actual? Que fuese como antes: correr sin limitaciones de consumo.
Los ‘momentazos’ de tu carrera… Puntuar con Minardi en la F1, correr con Williams consiguiendo un 5º puesto y debutar en Le Mans.
4- Entonces, pasaste de una categoría a otra, ¿qué cambió?
En LMP2 todo es más rudimentario, incluso dormía en una caseta que Toyota instaló en el circuito. En LMP1 es distinto; de hecho, tras el accidente, Audi construyó un coche nuevo en una noche… aunque sólo pude entrenar 20 vueltas.
5- ¿Prefieres la F1 o Le Mans? Son disciplinas que se complementan, aunque el compañerismo que se vive en Le Mans es especial. Los F1 son algo más rápidos, pero Le Mans es una carrera única, para puristas de la competición, es la fiesta mundial del motor. Además, la pista de la Sarthe es increíble, tiene 13,6 km de longitud y el 70% de ella es de carretera abierta.
6- Por todo ello, cada año acuden casi 300.000 espectadores…
Sí, ir a Le Mans no implica sólo ver una carrera. La gente acampa el viernes y ya se queda hasta el domingo. En el coche no tenemos reloj, pero puedes saber más o menos qué hora es porque a partir de las 19:00 huele a barbacoa y desde las 7:00 ya te invade un fuerte aroma a café –risas–.
7- ¿Por qué todos los pilotos de F1 sueñan con correr las 24 Horas de Le Mans? Los coches son preciosos, están repletos de la última tecnología y la carrera es muy emocionante.
8- ¿Realmente vais ‘a tope’ las 24 horas? Sí, pero debes vigilar el consumo vuelta a vuelta para que te dure lo previsto. Tienes que estar todo el rato ‘jugando’ con lo que gastas. Por ejemplo, si en una vuelta ahorras combustible porque encontraste coches doblados, en la siguiente puedes ir un poco más rápido. Me gusta este juego de calcular el consumo.
9- Disteis 376 vueltas… Sí, hacíamos stints –tandas– de unas 3,5 horas. Cuando no te toca correr, aprovechas para comer algo, recibir algún masaje –para mí fueron importantes porque no hubo tiempo de hacerme un asiento a medida y corrí con el de Duval– y dormir un poco.
10- ¿Cómo hacíais los cambios de piloto? Sin demasiadas prisas porque hay tiempo de sobra: está prohibido repostar a la vez que se cambian las ruedas y sólo hay un mecánico por rueda, por lo que cada parada dura unos 45 seg.
11- ¿Qué destacarías de vuestro Audi? El R18 e-tron es híbrido, por lo que ‘choca’ que sea tan silencioso, pero como es de tracción total tiene una adherencia al asfalto sensacional.
12- En Le Mans son comunes los accidentes, ¿cómo os afectan? Este año, poco; de hecho, los Safety Car salieron unas 5 ó 6 veces; en 2013, estuvieron en pista hasta cinco horas.
13- ¿Piensas volver a Le Mans? Quiero hacerlo. Me quedan dos o tres años al máximo nivel y me gustaría emplearlos en correr las 24 Horas de Le Mans, las 6 Horas de Spa y compaginarlo con mis funciones en la Fórmula 1 con Ferrari.