Tengo en mi poder un viejísimo Peugeot 309 que era de mi difunto abuelo y que a diario utilizo para ir a la universidad y a mi lugar de trabajo. Entre que es viejo y que no creo que esté en el mejor de los estados mecánicos, gasta una barbaridad, aunque lo bueno es que no recorro muchos más de 50 km diarios de forma habitual.
El caso es que el tema del coche eléctrico me llama la atención, aunque obviamente en mi situación actual no me lo puedo permitir. Sin embargo, he visto que hay algunos eléctricos de segunda mano que se venden a precios accesibles para mí: en torno a 6.000 o 7.000 euros. La mayoría son Renault Fluence, Nissan Leaf, Citroën C-Zero…
Sinceramente, no me gustan nada, pero si me llevan y me traen sin gastar gasolina, ¿dónde hay que firmar? El caso es que, según leo, los que se venden tienen algunos problemas de batería, como un Nissan Leaf de 2013 por el que estoy a punto de lanzarme. ¿Podríais explicarme un poco eso? Muchas gracias de antemano. B. B. (Madrid)
Veredicto: te desaconsejamos su compra
Entendemos que te resulte tentador hacerte con un coche eléctrico por tan sólo 6.000 o 7.000 euros, pero ojo, porque puede salirte fatal. Te explicamos. Las baterías de iones-litio de los coches eléctricos se degradan con el paso del tiempo y el uso, al igual que lo hace la de tu teléfono móvil.
Pero aparte, se da el caso de que la batería que equipaban esos ‘primeros’ eléctricos del mercado no es que sean un ejemplo de fiabilidad. Las de los coches eléctricos actuales son mucho mejores. Habrás visto, muy probablemente, anuncios de esos modelos en los que el vendedor dice «con la batería al 60%». Bien, eso quiere decir que está al 60% de su salud y, por tanto, su autonomía es un 40% inferior a la original.
Si nos centramos en el Nissan Leaf que has visto, ese coche lleva un motor de 109 CV y una batería de 24 kWh brutos que, en su momento, le otorgaba una autonomía real de aproximadamente 110 km en el mejor de los casos. Pues bien, el 60% de 110 km son 66 km, así que esa es la distancia que podrás recorrer con cada carga antes de quedarte tirado.
Y ten en cuenta que con tu uso esa degradación irá aumentando, reduciendo aún más la autonomía del vehículo, mermando sus posibilidades de uso… y haciéndolo invendible si te quisieses deshacer de él. La alternativa es cambiar módulos de la batería, pero en un coche de diez años ya no compensa porque la reparación cuesta más que el valor del automóvil.
¿Nuestro consejo? No lo compres. Si lo que quieres es gastarte poco en combustible, con un presupuesto de 6.000 o 7.000 euros tienes a tu disposición modelos usados de bajo consumo. Te aconsejamos que mires algún urbano diésel con no muchos kilómetros: Seat Ibiza, Volkswagen Polo, Citroën C3… Con todos esos podrías ahorrarte hasta la mitad de lo que te gastas en combustible actualmente.
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