Comprueba los neumáticos de tu coche una semana antes de salir (o, al menos, unos días antes) para que, si detectas algún problema como un desgaste, una fuga lenta de aire o un pinchazo, tengas tiempo de solucionarlo.
2.- Vigila el desgaste
Comprueba visualmente si hay signos de desgaste y revisa la banda de rodadura a simple vista o, mejor, con un medidor de profundidad, buscando el testigo de desgaste del neumático. Realiza comprobaciones en diferentes puntos de la banda. En los signos de desgaste busca cortes, bultos, escalones y planos.
3.- Acude a un experto
Si detectas un desgaste anormal o una diferencia entre dos neumáticos del mismo eje, consulta a un profesional. Si han alcanzado el límite legal o técnico de desgaste, será imperativo sustituírlos.
4.- Controla la presión
Comprobar la presión es fundamental. Si los neumáticos de tu coche no tienen la adecuada que se indica en el manual de usuario, harán que tu vehículo se comporte de forma diferente y esto puede provocar accidentes. Acude a un taller especializado o una estación de servicio y verifica su correcta presión.
5.- El número preciso
La cifra idónea de presión proporcionará a los neumáticos de tu coche una mayor seguridad, una vida más larga y un consumo óptimo de carburante. Si está 0,5 bares por debajo de la correcta, su vida útil puede reducirse hasta en 8.000 km. Si los neumáticos están entre 1 y 2 bares por debajo de la presión correcta, te arriesgas a, por ejemplo, sufrir un accidente a causa de un reventón, a que tengan menor agarre o a que las distancias de frenado en suelo mojado sean más largas.
6.- No los lleves con menos
Unos neumáticos poco inflados pueden causar aumentos de temperatura anormales, un reventón u otros daños irreversibles. Una presión baja, además, también aumenta enormemente el riesgo de aquaplanning. No te arriesgues.
7.- Comprueba la presión en frío
Es mejor comprobar la presión cuando los neumáticos están fríos. Si no puedes, añade 0,3 bares a la presión recomendada. Debido a que la presión aumenta con la temperatura, un neumático caliente nunca debe desinflarse. Recuerda, consulta siempre la presión recomendada en el manual de usuario de tu coche.
8.- Más vale prevenir que curar
Cuando se trata de neumáticos, no dejes nada al azar. Así que la próxima vez que necesites cambiarlos, piensa en lo que más importa: seguridad, longevidad y ahorro de energía. Hay neumáticos en el mercado que te ofrecen un excelente equilibrio de estas tres prestaciones.
Disfruta de tus vacaciones con la seguridad de que tu coche tiene sus neumáticos listos. Así, todo lo que tendrás que hacer es terminar el equipaje y salir a la carretera.
Más información: http://www.michelin.es/neumaticos/
