Desde el pasado 28 de noviembre, cuando el Gobierno publicó en el BOE la ampliación del agotado Plan PIVE 6 hasta la entrada en vigor del PIVE 7, todas las operaciones de compra de vehículos que se acogen al mismo -que suponen el 80% de las adquisiciones de los particulares– están ´cargando´ las ayudas económicas -1.000 euros por parte del Gobierno y al menos otros 1.000 por parte de la marca- al presupuesto del mismo PIVE 7: 175 millones de euros.
El problema radica en que, por ahora, el Gobierno no ha anunciado cuándo entrará en vigor el citado plan PIVE 7 y, lo que es peor en términos operativos, tampoco ha transferido esta cantidad al IDAE –Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía-, el organismo encargado de repartir las ayudas a los concesionarios en función de las operaciones con PIVE que éstos les remitan.
Las consecuencias de esta acción son varias. De entrada y según datos de Faconauto –la patronal de los concesionarios-, desde la ampliación del PIVE 6 a finales de noviembre, se han producido en España cerca de 90.000 operaciones con cargo al PIVE 7, que preveía destinar su presupuesto para ayudas a la adquisición de 175.000 vehículos. Esto supone que, cuando se apruebe la entrada en vigor del PIVE 7, éste ´nacerá´ ya con menos de la mitad de sus fondos disponibles, por lo que podría agotar sus ayudas en muy pocas semanas.
EL PIVE 7 NACERÁ CON LA MITAD DE SUS FONDOS YA COMPROMETIDOS; TODO PARECE INDICAR QUE DURARÁ «MUY POCO»
Pero el principal problema no está a la vista de los consumidores… y sí en las cuentas de los concesionarios de toda España. Al tener que ir adelantando las ayudas de estas 90.000 operaciones, las concesiones han acumulado «cerca de de 30 millones de euros de déficit al mes«, señala un alto ejecutivo del sector, algo que, a finales de enero, se traduce en aproximadamente 85 ó 90 millones de euros en total… y que han tenido que ir provisionando a la espera de los fondos del PIVE 7 recurriendo a todo su efectivo o, incluso, solicitando más crédito a las entidades bancarias con las que trabajan. Las marcas automovilísticas son conscientes de ello y, por tanto, y siempre con el objetivo de mantener su red comercial; están ayudando a sus concesiones de forma muy variopinta: desde la extensión de nuevos créditos para la compra de sus vehículos –por parte del establecimiento a la marca– a facilidades como el fraccionamiento de pagos en la compra de recambios o equipamiento. Mientras tanto, Faconauto, la patronal del sector, ya está instando al Gobierno a que agilice este trámite e inyecte el dinero. Eso sí, esta situación no debe preocupar a los interesados en adquirir un coche acogiéndose al PIVE, ya que las concesiones mantendrán la ayuda estipulada por este Plan y por sus respectivas marcas.