Al volante, buen olfato

Cuidado con los olores que dejas entrar en tu coche

Autofacil
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El RAC recomienda por el mismo motivo los olores a canela, limón o café. El olor a agua marina disminuye tanto el estrés como cualquier problema respiratorio. En cambio, deberíamos evitar el típico olor que desprende la comida rápida y los kebabs, ya que en principio no hacen sino estimular la ira de quien conduce… al dejarlo más hambriento. En general, cualquier aroma suculento a comida está en la lista negra del informe: Dulces, pan recién hecho… Y la razón no es nada extraordinaria: Aumentan las prisas del conductor por llegar a un sitio donde pueda saciar su hambre, con lo que eleva su velocidad al volante.

Influyen también negativamente la manzanilla, el jazmín, la camonila y la lavanda, pero por el motivo opuesto: Inducen a relajarse excesivamente e incluso a dormirse. De hecho, aunque son olores clásicos entre los ambientadores de coche, todos ellos se usan en el tratamiento del insomnio. Otros olores prohibidos: Los de colonias, cremas, lociones de afeitado, etc, pues el incremento del apetito sexual puede provocar efectos sobre la conducción similares a los comentados sobre el hambre.

Esto no quiere decir que sea mejor circular bajo un ambiente inodoro: Por lo visto, otros estudios realizados con astronautas demuestran que si no hay olores que estimulen, los ocupantes pueden acabar irritándose igualmente o sufriendo alucinaciones olfativas. Y, por mucho que marcas como Audi se esfuercen por acabar con el conocido como «olor a nuevo», el informe señala que su influencia es positiva, ya que invita al conductor a ser más cuidadoso y prestar más atención.

Para realizar este estudio, el RAC contó con la ayuda de psicólogos asesores como Conrad King, quien explicó a qué se debe que afecten tanto al conductor: «Más que cualquier otro sentido, el del olfato influye sobre la parte del cerebro que tiene que ver con la lógica […]. Es por eso que el olor a perfume puede volver idiotas a los hombres, el olor del pan horneado puede acabar con las mejores intenciones de alguien que quiere perder peso y el olor del talco de bebé puede enternecer a un individuo que siente aversión por los niños «. El estudio es una ampliación del realizado sobre el mismo tema por la Universidad Jesuita de Virginia Occidental (E.E.U.U.).

La Fundación RAC pronostica que dentro de cincuenta años podríamos tener coches que indentifiquen el estado de ánimo del conductor y adaptasen el ambiente para una correcta concentración: No solo emitirían el olor adecuado, sino que regularían otros factores que cuentan, como la postura del asiento o la temperatura. Y ojo a los olores que dejamos en nuestro coche si pensamos venderlo: Si acostumbrábamos a fumar en su interior, llevar material de gimnasia sudado o transportar mascotas, la venta se puede truncar en cuanto el potencial comprador se asome al interior.