La Fundación Línea Directa ha presentado esta mañana, en una rueda de prensa on-line, su informe ‘Estudio Carreteras Convencionales: el agujero negro de la seguridad vial’. Este estudio, realizado con datos de la DGT y con entrevistas a más de 1.700 automovilistas, ha comparado las cifras de siniestralidad de la Semana Santa de 2019 (14,9 millones de desplazamientos, 27 fallecidos en accidentes de tráfico y la de 2020 (2,1 millones de desplazamientos, 13 fallecidos); lo que, unido a otros análisis de siniestralidad, ha llevado a la Fundación a indicar que el descenso en la circulación debido al confinamiento podría suponer, a final de año, que se produzcan en nuestro país 597 víctimas mortales debido a accidentes de tráfico: un 27% menos que en 2020.
Ahora bien, el director general de la Fundación, Franscisco Valencia, ha insistido en la propia rueda de prensa de la presentación de este informe en que esta previsión puede haber sido «optimista» y que teme que el descenso global sea, a final de año, «inferior al 27%». ¿El motivo? Los datos proporcionados por la DGT el pasado 8 de mayo, que indicaban un incremento del 39% de las sanciones por exceso de velocidad durante el estado de alarma y que, asimismo, alertaba del no uso del cinturón de seguridad en un 40% de los fallecidos entre el pasado 15 de marzo y el 7 de mayo. Asimismo, Valencia justificaba esta posible disminución del dato por su experiencia personal, por la que cree que «estos días vamos [por las carreteras] mucho más deprisa» y existe cierta «euforia y despreocupación» en el uso del vehículo.
Un posible incremento de accidentes
De igual forma, Valencia advertía de la posibilidad de que, debido al aumento del «turismo doméstico» y de los «trayectos en vehículo particular» pueda darse un año negro en la siniestralidad en nuestras carreteras. A los dos factores anteriores, Valencia sumaba los hechos de que «debido al parón en las matriculaciones», el parque automovilístico está «un año más envejecido» y que «el mantenimiento de vías también se ha quedado parado [debido al confinamiento». Si existe una cierta avalancha vacacional, puede tener esa contrapartida, que las carreteras registren incrementos no estimados ni previstos de intensidad de tráfico… y eso llevará a más accidentes».
Las carreteras convencionales, más peligrosas que las vías rápidas
En cuanto al estudio en sí, Valencia ha explicado que las carreteras convencionales, que supone «aproximadamente el 90″ de la red viaria en España» (148.396 km de un total de 165.624 km) congregan el mayor número de accidentes y muertos en nuestro país. Así, según los datos de este estudio (para el periodo 2009-2018), el 64% de los accidentes con víctimas en vías interurbanas (un total de 237.190) tienen lugar en estas carreteras, que también causan el 75% de los fallecidos: de esta forma, la letalidad de las carreteras convencionales multiplica por 1,5 la de las autovías y autopistas. Aún así, «y en condiciones normales» este tipo de carreteras son utilizadas por un 47% de los españoles «a diario». Recuerda que la velocidad en ella está limitada a 90 km/h.
Los accidentes más comunes: salidas de vía y colisiones frontales
Por tipos de accidentes, el más repetido en estas carreteras convencionales es, con un 35% de casos, la salida de vía. Se dan principalmente en rectas «y generalmente con vuelta de campana» y causan el 37% de los fallecidos. El siguiente accidente más habitual son las colisiones frontales («provocadas probablemente por adelantamientos») y frontolaterales, que causan el 23% de los accidentes y el 28% de los fallecidos.
«Como factores concurrentes [en estos siniestros] están las distracciones, la velocidad inadecuada, el cansancio y [el uso al volante ] de alcohol y drogas», explica el director general de la Fundación, que también insiste en la importancia de la presencia del arcén alertando de que el 78% de los fallecidos se produce en vías sin arcén o con uno inferior a 1,5 metros de anchura». Además, el periodo en que se produce la mayoría de accidentes (un 40%) es de junio a septiembre, y la franja horaria, por la tarde, de 14 a 19.00 horas.
Las zonas y los tramos más peligrosos
Por número de accidentes por kilómetros de carreteras convencionales, la media en España se sitúa en 0,23%. Ahora bien, Madrid y Cataluña son las comunidades autónomas con mayor accidentalidad: un 0,48 y un 0,45% respectivamente. A cambio, Castilla La Mancha apenas registra un 0,03% de siniestros y Navarra, Extremadura y Aragón, un 0,06%.
- La carretera CV-821, situada en Alicante y en el tramo del kilómetro 5 al 8. Con un IMD de 500 vehículos/día, registró 11 accidentes y 11 heridos leves.
- La vía CV-670, que recorre Valencia; en su tramo del kilómetro 1 al 4. En 2018 tuvieron lugar en él 10 accidentes con 11 heridos leves. ¿Su IMD? 500 vehículos/día.
- La carretera GR-3304, en Granada y desde su kilómetro 2 al 5. Su IMD es, de nuevo, de 500 vehículos /día y, en 2018, acontecieron en ese tramo 8 accidentes, con 12 heridos leves y uno grave.
- La nacional N-634, a su paso por Vizcaya, concretamente en el tramo desde el kilómetro 104 al 107. En él, se produjeron en 2018 23 siniestros, con 30 heridos leves y 1 grave. Entonces, ¿por qué es menos peligrosa que las anteriores? Debido a un IMD de 1.564 vehículos/día.
- La carretera PO-311, en Pontevedra y en el tramo comprendido entre los kilómetros 12 y 15. Posee un IMD de 1.560 vehículos/día y, en 2018, allí tuvieron lugar 13 accidentes, con el resultado de 19 heridos leves y uno grave.
Medidas en España y otros países
Valencia también ha repasado durante la rueda de prensa posibles actuaciones para disminuir la siniestralidad en estas vías. Así, cita como las más importantes el desdoblamiento de estas vías en determinados puntos conflictivos, la implementación de controles de velocidad, «la medida más impopular»; y la creación de cruces inteligentes, que cuentan con sensores que alertan a un vehículo de la proximidad de otro en la via perpendicular. En España, y desde 2016, ya existen 28 cruces con esta tecnología.
Además, ha repasado qué se hace en otros países para aumentar la seguridad de estas vías convencionales. Por ejemplo, en Noruega y Suecia, se crea un carril central que se utiliza para adelantar con seguridad y cuyo sentido de la circulación va alternándose a determinados intervalos. Mientras, en Suiza y en Irlanda, optan por fresar las zonas centrales y laterales del pavimento, para que el sonido al circular sobre ellos advierta al conductor y éste evite así colisiones frontales o salidas de la carretera.
7 de cada 10 españoles supera la velocidad legal en estas carreteras
Por último, Valencia ha desgranado los resultados de la encuesta a esos más de 1.700 conductores. De entrada, el 64% señala que estas vías están «deterioradas» y 7 de cada 10 se siente más seguro en vías rápidas. Pero la percepción del peligro no evita que un 81% cometan infracciones en estas carreteras. ¿La más habitual? El exceso de velocidad, una conducta que mantiene el 72% de los conductores. Un porcentaje que puede explicarse por el hecho de que, según esta encuesta, el 56% de los españoles desconoce el límite actual de velocidad en estas vías.
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