Existen algunos trucos que sirven para alargar la vida de los neumáticos y permitir que estén siempre en buenas condiciones.
La presión del neumático, fundamental
Llevar la presión indicada por el fabricante es básico para asegurar un buen comportamiento del coche, un correcto desgaste de los neumáticos -si están sobreinflados, verás que se desgastan demasiado por la parte central; si están bajos de presión, lo harán por los laterales- y, también, es la clave para evitar reventones, que se producen por el sobrecalentamiento del neumático por circular a alta velocidad con la presión muy baja. Verifica su presión una vez al mes, y recuerda que debes ajustar la presión con los neumáticos en frío. También reajústala si vas a viajar cargado, pues es habitual que debas subir la presión al menos de las ruedas traseras.
Vigila el desgaste, el estado y la edad del neumático
Los neumáticos cuentan con un indicador de desgaste. Se trata de un pequeño trocito de goma intercalado en algunos de los canales más profundos. Cuando el desgaste del neumático llega a esa altura, los surcos del neumático tienen 1,6 mm, el mínimo exigido por Ley.
Pero, además, debes tener en cuenta que tendrás que sustituirlos antes de que hayan llegado a ese límite en los siguiente supuestos:
- Si presentan un desgaste acusado e irregular por alguna zona del neumático, sobre todo por las partes laterales.
- Si presentan cortes o ‘huevos’ en los perfiles, síntoma de que la estructura interna puede estar dañada.
- A partir de los 5 años, conviene revisar el estado. Si son neumáticos que están mucho tiempo parados y a la intemperie en condiciones climatológicas difíciles, la goma puede deteriorarse y perder capacidad de agarre. En caso de que aprecies síntomas, sustitúyelos.
Haz el paralelo
Conforme el coche va circulando y los neumáticos se desgastan, es habitual que se desajusten las cotas de dirección y suspensión. Por eso, cuando cambies los neumáticos, es recomendable que te realicen el conocido ‘paralelo’ para reajustarlas. Así, te asegurarás de que tu coche pisa bien, de manera que el desgaste de los neumáticos será más regular y el comportamiento del vehículo será el que debe.
Ojo a los bordillos
A la hora de aparcar, ten mucho cuidado con rozar bordillos. Es fácil dañar con ellos el perfil de los neumáticos e, incluso, provocar pequeños pellizcos y cortes. Al mismo tiempo, también es muy probable que dañes la llanta.
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