Los actuales sistemas de aire acondicionado y climatizadores no precisan de grandes mantenimientos. El sistema de aire acondicionado es uno de los mayores logros técnicos alcanzados para una mejor confortabilidad a bordo del vehículo. El objetivo del sistema es alcanzar de forma rápida y mantenida una temperatura en torno a los 18/25º C, con un funcionamiento parecido al de un frigorífico.
Tenemos que seguir una serie de consejos para evitar averías innecesarias en el sistema de aire acondicionado de nuestro vehículo; destacar las siguientes:
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En invierno, enciende periódicamente el aire acondicionado para evitar obstrucciones (sería suficiente una vez al mes). Además, recuerda que en ésta época del año es un método rápido y excelente para eliminar el vaho de los cristales si lo conectas a temperatura alta.
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Lo ideal es que el aire acondicionado funcione a una temperatura que oscile entre los 22 y los 23 grados. Una temperatura inferior durante un largo periodo de tiempo puede incrementar el consumo de combustible hasta un 20 por ciento.
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Mantengamos limpio el área externa del radiador con agua y detergente, asegurándonos a su vez que las mangueras y cañerías no presenten pérdida de aceite, de ser el caso, debemos consultar con un especialista.
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Es recomendable revisar las correas del sistema. Si éstas se encuentran sueltas, será muy útil ajustarlas para que puedan seguir impulsando el compresor de aire acondicionado.
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Llevar el coche cada año al taller antes de la llegada del verano y anticiparse a la posible y desagradable sorpresa de encontrarnos con un climatizador que no enfría.
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El filtro de aire del habitáculo acumula polvo, polen, bacterias y demás residuos, por lo que se obstruye y debe ser sustituido periódicamente al año o cada 15.000 km, e incluso periodos más cortos si circulamos habitualmente por terrenos con mucho polvo, por ejemplo, carreteras con obras o caminos etc.