Propuestas a favor de los vehículos de dos ruedas

¿A 50 km/h por la M-30? La movilidad tras el coronavirus

Enrique Espinós
Enrique Espinós

La consultora PONS Seguridad Vial propone una serie de medidas para reordenar el uso de las vías y mejorar la movilidad durante la desescalada. Creen que los vehículos de dos ruedas se convertirán en "prioritarios" y abogan por dar facilidades a sus usuarios.


La desescalada del confinamiento por el coronavirus parece que será un hecho durante los próximos días y semanas. Y si desde el pasado 13 de abril ya se ha permitido la vuelta al trabajo de aquellos trabajadores en sectores de actividades no esenciales, a corto plazo se plantea la duda de cómo organizar la movilidad en las grandes ciudades españolas manteniendo a la vez la distancia social que recomiendan los expertos en Sanidad.

Una cuestión que parece clara es que el transporte público no podrá admitir, manteniendo las medidas anticontagio, el volumen de viajeros que absorbía antes de esta crisis: «los expertos señalan que, con las medidas de seguridad frente al contagio, el transporte público tan sólo podrá llevar al 30% de pasajeros que antes», explica Ramón Ledesma, asesor de la consultora y ex subdirector general de Ordenación Normativa de la DGT. Debido a esta circunstancia y al previsible aumento del uso del coche privado en las próximas semanas y a medida que se vaya reactivando la economía, desde PONS Seguridad Vial entienden que será necesario «reordenar el uso de las infraestructuras, vías y vehículos con el objetivo de que las administraciones públicas puedan gestionar la movilidad».

El panorama que anticipan desde esta consultora es «un incremento sustancial de los desplazamientos en vehículos de dos ruedas» (motos, bicis y patinetes). Y ante él, y coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, desde PONS Seguridad Vial plantean la adopción de cinco medidas para garantizar «la seguridad vial, la movilidad digna y la salud de los ciudadanos». En palabras de Ledesma, son «medidas de pacificación del tráfico que deberían establecerse durante dos o tres meses, en función de la evolución del coronavirus».

1.- Límite de 50 km/h en las rondas urbanas y en los trayectos de acceso entre las rondas interurbanas y urbanas

Esta medida, que supondría circular a esa velocidad en rondas como la M-30 madrileña o las rondas de Barcelona, así como en los accesos a las mismas, «garantizaría la protección de los vehículos de dos ruedas más vulnerables (como los motoristas de vehículos de 125 cc)», defienden desde PONS Seguridad Vial. Argumentan que «una velocidad más baja reduce los riesgos de colisión» y plantean que, en trayectos como estos, incluso «la velocidad media podría ser superior», ya que una colisión hace descender los tiempos medios de los recorridos. Además, Ledesma defiende este límite insistiendo en que, en hora punta, «entre las 8 y las 10 de la mañana, la velocidad media en esas vías es inferior [a 50 km/h]».

2.- Habilitar los arcenes de estas vías para bicicletas y ciclomotores

Supondría permitir el acceso a las vías rápidas a estos vehículo (actualmente, por Ley, no pueden circular por ellas) por lo que, desde PONS Seguridad Vial, y al considerarles «usuarios más vulnerables», abogan por imponerles un límite de velocidad de 30 km/h. Se trata de ofrecer posibilidades de circulación y tránsito a estos vehículos, que «suponen una solución muy interesante para afrontar el transporte privado que viene del transporte público», explica la consultora.

3.- Aumentar el número de carriles 30 en los grandes ejes interiores de las ciudades

Ledesma aboga por «realizar un estudio concreto en cada caso», pero «pensar en aumentar» el número de carriles 30 o pacificados (aquellos en los que las bicicletas tienen prioridad sobre los automóviles) en las principales arterias de las ciudades españolas. Este experto entiende que «los vehículos de dos ruedas se convertirán en prioritarios en los desplazamientos medianos», por lo que «es preciso lograr que [estos trayectos] sean seguros».

bicicletas

4.- Duplicar los espacios de estacionamiento para patinetes, bicicletas y motocicletas

Esta medida, que sería especialmente útil en el centro de las ciudades, responde a que habrá un número mucho mayor de estos vehículos. Además, resultaría de gran ayuda ya que, según Ledesma, «en el espacio en el que estaciona un coche, caben cinco motos, 10 bicicletas y hasta 20 patinetes».

5.- Facilitar el transporte de la bicicleta y el patinete en el transporte público

Aunque esta medida ya se permite, por ejemplo, en los trenes de Cercanías o en algunas redes de autobuses municipales (por ejemplo, en la EMT madrileña sí es posible transportar una bici plegada); desde PONS Seguridad Vial argumentan que la obligatoriedad de «la distancia social y la mejor distribución de personas en el espacio del transporte público son perfectamente compatibles con la portabilidad de un patinete o bicicleta plegables». Ledesma justifica esta propuesta explicando que «en el espacio que tendremos que dejar entre persona y persona en el transporte público cabe de sobra una bici o un patinete».