Su fabricante, General Motors, ha avisado a los compradores del nuevo Corvette de que el sistema «valet mode» que integra podría grabar a cualquiera dentro del coche sin su conocimiento en cualquier momento, lo que es completamente ilegal según las leyes de cualquier país occidental.
El sistema funciona introduciendo un código de cuatro dígitos, con el que el conductor puede activar este sistema de información, cerrando la guantera y empezando a registrar el funcionamiento del motor y habilitando la grabadora de voces. Después, los datos recogidos pueden ser visionados en la pantalla del coche y transferidos a un ordenador.
El sistema puede registrar la velocidad o las revoluciones por minuto del motor en una ruta, permitiendo al dueño de este deportivo, por ejemplo, saber cómo alguien ha conducido su coche, así como cuándo ha sido aparcado o llevado al taller.
Lo preocupante y, paradójicamente satisfactorio del caso, es que GM se ha mostrado encantada con la recepción de este modelo. En los primeros ocho meses del año ha vendido 23.483 unidades. Su precio (alrededor de 67.000 dólares) y su calidad, lo ha hecho muy competitivo frente sus rivales. Un Porsche 911 tiene un precio mínimo de 100.000 dólares en norteamérica.
GM ha indicado, en cualquier caso, que está revisando el software para resolver los problemas legales que pudieran presentarse.
