Destrozar radares de tráfico es un acto vandálico más habitual de lo que pensamos en cualquier lugar del mundo. Lo que no todos sabemos es que un acto de ira contra estos dispositivos puede salirnos muy caro. En Ecuador, tres jóvenes han sido sancionados con 100.000 dólares, es decir, 89.000 euros por romper una camára de tráfico.
Tras rebasar el radar por encima del límite legal, y al darse cuenta de haber sido fotografiados por la cámara, los infractores del vehículo decidieron parar el vehículo y volver hasta el dispositivo de tráfico para romperlo a golpes.
Lo que no sabían estos jóvenes es que su hazaña estaba siendo grabada por otra cámara de cpntrol de tráfico. La empresa Safety Enforcement Seguridad (SES), propietaria del radar de tráfico destrozado, denunció los hechos ante la Dirección de Tránsito, Transporte y Movilidad que, como no podía ser de otra manera, identificó rapidamente el vehículo y, por tanto, al propietario del mismo.
Las autoridades municipales presentaron el caso ante la Fiscalía General del Estado, que impuso una sanción económica por los daños de 100.000 dólares. Sin embargo, la madre de unos de los implicados consiguió llegar a un acuerdo con SES para sustituir esta sentencia por dos años de trabajo comunitario y un pago total de 3.000 dólares.