El pasado martes, un fiscal de Stuttgart emitió una orden de sanción contra Daimler AG, de acuerdo a las Secciones 30 párrafo 1 y 130 párrafo 1 de la Ley de Infracciones Administrativas en Alemania, y que se basa en una violación de los deberes de supervisión en el área de certificación de vehículos de la marca Mercedes-Benz. Según el auto, esto ocurrió a nivel de jefe de departamento. Asimismo, la compañía alemana ha indicado que no tomará acciones legales, por lo que el delito administrativo se da por concluido.
Según los hallazgos del fiscal, la violación negligente de los deberes de supervisión causó, al menos en parte, que ciertos vehículos de Daimler AG se hubieran desviado de los requisitos reglamentarios desde 2008. En este contexto, el fiscal se refiere esencialmente a las órdenes de retiro conocidas por la Autoridad Federal de Transporte de Motor (KBA).
La multa ascenderá a los 870 millones de euros, la cual consiste en una parte sancionadora, de cuatro millones de euros y otra de devolución, que supondría los 866 millones de euros restantes, y que viene determinado por la rentabilidad de Daimler. Según fuentes de la compañía, la multa no generará un efecto negativo adicional relevante en las ganancias, cuyo pronóstico se mantiene según lo publicado.
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