Las compañías de alquiler de coche con conductor como Uber son el presente y futuro de la movilidad en las grandes ciudades. La inmediatez de sus servicios y lo económico de sus precios les han convertido en el enemigo público número uno de los taxis con los que mantienen una guerra desde hace algún tiempo. Sin embargo, parece ser que no todos son ventajas y sino que se lo pregunten al empresario francés que, según declara, ha visto desmoronarse su matrimonio por culpa de Uber.
Este empresario francés se ha querellado contra Uber y reclama 45 millones en concepto de daños y perjuicios, ya que está en pleno proceso de divorcio tras descubrir su mujer una infidelidad gracias a un pequeño fallo de la aplicación de Uber en iPhone.
El empresario francés solicitó un servicio a través de la app de Uber con el iPhone de su mujer, cerró sesión en este móvil y confío en que los datos de transporte que Uber facilita a todos los usuarios llegarían exclusivamente a su teléfono. Sin embargo, y pese a haber desconectado la app del teléfono de su mujer, los datos llegaban por duplicado a su móvil personal y también al de su esposa, descubriendo ésta una supuesta infidelidad.
El problema vino dado porque cuando se conecta la cuenta de Uber en un iPhone, aunque se cierre la sesión, siguen llegando notificaciones al utilizar la aplicación en un segundo teléfono móvil. Uber no pide ningún tipo de contraseña en estos casos porque ofrece los datos más básicos como el nombre de conductor, modelo de coche, etc y no los más concretos.
Este supuesto fallo informático de duplicidad en el envío de datos por parte de la app de Uber es un fallo exclusivo de los sistema iOS, ya que los usuarios de Android no se han visto afectados por este problema. «Mi cliente fue víctima de un fallo atribuible a la aplicación. A pesar de desconectarse, no funcionó y eso perjudicó su vida privada», apunta David-André Darmon, el abogado del empresario.
Uber, como es habitual en su modo de actuación, no se ha pronunciado sobre este caso en particular y espera una sentencia favorable. El Tribunal de Grasse en la Costa Azul celebrará una primera audiencia sobre este caso.
