A estas alturas, nadie debería cuestionar la importancia del cinturón de seguridad. Este gesto automático para muchos, sigue siendo un acto que otros ignoran, poniendo en riesgo sus vidas y en ocasiones, las de los demás. No es cuestión de comodidad ni de descuidos puntuales: es una actitud peligrosa que, año tras año, se refleja en los datos de siniestralidad.
Entre el 10 y el 16 de marzo, la Guardia Civil y las policías locales y autonómicas desplegaron un dispositivo especial para controlar el uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil en todo el país. Según informa la DGT, durante la campaña, se inspeccionaron cerca de 450.000 vehículos y se detectaron 6.409 infracciones por no utilizar estos elementos de seguridad fundamentales, .
A pesar de los años de campañas de concienciación y del endurecimiento de las sanciones, los datos reflejan que sigue habiendo un porcentaje significativo de conductores y pasajeros que no cumplen con la normativa y ponen en riesgo su seguridad. Lo que llega a resultar más preocupante aún es que el 77% de estas infracciones se ha cometido en carreteras convencionales, las que son consideradas las más peligrosas en términos de siniestralidad.

En lo que va de año, 42 de los 133 fallecidos en accidentes de tráfico no llevaban puesto el cinturón en el momento del siniestro. Un dato que debería ser suficiente para entender la importancia de este elemento de seguridad.
Un gesto simple que salva vidas
Los expertos en seguridad vial insisten en que el cinturón de seguridad es la herramienta más eficaz para reducir la gravedad de los accidentes. Se ha demostrado que su uso disminuye hasta en un 50% el riesgo de morir en un siniestro, ya que evita que los ocupantes salgan despedidos del vehículo o sufran impactos severos contra el parabrisas.
Sin embargo, la última campaña de control pone de manifiesto que todavía son demasiadas las personas que viajan sin él. De los 6.024 adultos denunciados, 3.088 eran conductores, mientras que 1.291 ocupaban el asiento delantero y 1.645 iban en los asientos traseros.
Menores en riesgo por la falta de sistemas de retención
Si la falta de uso del cinturón de seguridad es alarmante es aún más preocupante la falta de sistemas de retención infantil en algunos vehículos. En la campaña se detectaron 385 menores que viajaban sin el sistema adecuado o usándolo de manera incorrecta, de los cuales 285 iban en los asientos traseros y 100 en los delanteros.
La normativa obliga a los menores de 135 cm de altura a utilizar un sistema de retención infantil homologado, pero la realidad demuestra que no todos cumplen con esta obligación. Esto, a pesar de que los estudios indican que nueve de cada diez lesiones graves o mortales en niños podrían haberse evitado con el uso adecuado de estos sistemas. Además, en caso de accidente, el riesgo de sufrir lesiones se reduce en un 75% cuando se emplean correctamente.

Más sanciones, pero también más concienciación
Con el objetivo de frenar estas conductas irresponsables, la Ley de Tráfico y Seguridad Vial endureció las sanciones en 2022, elevando a cuatro los puntos que se pierden del carnet por no llevar el cinturón de seguridad o por no utilizar de forma correcta un sistema de retención infantil.
Más allá de las multas y la retirada de puntos, la clave tendría que ser la concienciación. Las cifras reflejan que sigue habiendo una parte de la población que no asume la importancia de estos dispositivos de seguridad.
El reto tiene que ser que tanto el cinturón de seguridad como los sistemas de retención infantil se conviertan en un automatismo para salvar vidas y no como una obligación. Porque, al final, ponerse el cinturón o asegurar a los niños correctamente en el coche es una acción mínima que puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.