Según fuentes policiales, esta banda de malhechores tenía su ´cuartel general de operaciones´ en la población de Orgosolo, un pequeño pueblo de unos 4.500 habitantes situado en el centro este de la isla de Cerdeña. No obstante, también tenía apoyos en el norte del país transalpino, cercanos a Módena, ciudad en la que se encuentra el cuerpo de Enzo Ferrari.
Para finalizar con éxito la operación de detención de estas 34 personas, procedentes de Cerdeña, Lombardía, Véneto, Toscana y Emilia Romagna, ha sido necesaria la colaboración de aproximadamente 300 agentes de la autoridad. A pesar de todo, sus intenciones fueron detectadas por casualidad al investigar otro caso de tráfico de armas y estupefacientes, actividad principal a la que se dedicaba este grupo.
Así las cosas, el plan para robar el cuerpo de Enzo Ferrari consistía en que varios de ellos se colarían en el cementerio para sacar su ataúd y los demás se encargarían de llevarlo hasta un lugar secreto cercano a los Montes Apeninos.