Igualmente importante ha sido poder trabajar bajo la batuta de un icono en el periodismo del motor como es Enrique Hernández-Luike, cuyos logros estudié de joven en la facultad de Periodismo -con la suerte primera de tenerle como compañero y, después, como presidente de esta editorial-. Y qué decir de la satisfacción en todos estos años de haber conectado plenamente con nuestros lectores, de haber ayudado en la solución de sus problemas más complejos con sus coches y de haber conseguido con ellos una relación poco menos que de amistad.
Son 10 años en los que cada día de trabajo en Autofácil ha sido diferente al anterior; una aventura profesional en la que la diversión, el disgusto, la sorpresa o el desafío, están siempre asomando por el cajón de mi mesa y la de mis compañeros de redacción -esos colegas con los que paso mucho tiempo y sin los que sería casi imposible la existencia de Autofácil-.
Una década apasionante en la que he conocido gente brillante en sus quehaceres profesionales y extraordinarios como seres humanos, de los que he aprendido más de lo que podía imaginar cuando Ediaction News me colocó al frente de esta publicación que hoy es mi trabajo, mi pasión y casi mi vida. Y, ahora, permitidme que ponga el punto y final a estas líneas porque tengo por delante otros 10 años que resolver. Gracias a todos y cuento con vosotros en la próxima década.
