Hay lugares pensados para la aventura y el Pallars Sobira en Lleida es uno de ellos. La naturaleza es muy generosa con esta zona de Lleida, donde el agua y la montaña son un gran reclamo. Esta ruta por el Pirineo leridano a orillas siempre del Noguera Pallaresa es la perfecta combinación de paisaje y deporte. Un lugar perfecto para descubrir las bondades del Toyota RAV 4 Hibrido Enchufable, demostrando que lo urbano y lo rural están muy unidos.
El río define con su recorrido y sus dos orillas toda la organización del territorio, donde las ruinas medievales, los escarpados riscos y románticos pueblos de casas de piedra y pizarra y apenas unos centenares de habitantes se combinan con el ruido y la diversión del río. Todo ello entre bosques de robles, pinos o abedules que suponen el contrapunto perfecto al ambiente urbano que, de todas formas, encontraremos a apenas un par de horas.
Esterri d’Aneu es un pequeño pueblo imprescindible perfecto para iniciar la ruta a orillas del río. Aquí encontramos un notable legado de arquitectura del medievo, con la iglesia románica de Sant Just i Sant Pastor, la iglesia de Sant Pere y, en general, ese aire de pueblo montañés erigido en la misma piedra de la montaña. Pero dotado, ojo, de un interesante museo en el que se da una visión detallada de la vida en los Pirineos en el último siglo.
Todo ello conservando la oferta gastronómica de la zona y, naturalmente, a un tiro de piedra de los demás lugares citados en la ruta. Su feria de ganado del día 15 de octubre es un buen ejemplo de cómo el comercio cotidiano da vida a los pueblos de la zona.
Si optamos por las pequeñas carreteras cercanas vamos a descubrir pueblos como Jou, Estáis y Son que son auténticos miradores sobre el valle y las montañas cercanas. Es un verdadero tesoro para los aficionados al ciclismo. Con las bicicletas eléctricas todo es mucho más fácil.
Después de muchas curvas y un paisaje de otoño brutal, llegamos a algunos de los pueblos más activos de la comarca. Espot sigue siendo una referencia. El esquí es siempre un buen reclamo y el senderismo amplia la temporada siempre.
Si el deporte outdoor necesitara un nombre, posiblemente lo ideal sería Llavorsi. Es otro paraíso del Pirineo leridano. Formidables paisajes de montaña y ese aire inconfundible de localidad apartada del mundanal ruido, pero a la vez inusualmente preparada para recibir visitantes, conviven en Llavorsí, localizada entre tres valles (el d’Àneu, el de Cardós y el de Ferrera). El río nos llama para todas las actividades en piragua imaginables, solos o en compañía, pero también sus poéticos bosques de pinos y escarpados filos de roca. La oferta es tan generosa que podemos pasarnos semanas sin repetir actividad, porque siempre hay oferta nueva.
Si a esto unimos la tranquilidad de relajarnos en alguno de los hotelitos cercanos al rio la opción de descanso activo es perfecta. El descanso y la vitalidad van de la mano. El pueblo tampoco decepciona, con la ermita de la Mare de Déu de Biuse, de estilo barroco, y el castillo en ruinas de Gilareny. El aire romántico de Llavorsí se nos grabará en la cabeza para siempre.
Nuestro Rav4 va sentirse muy cómodo si nos adentramos por los pequeños pueblos que parecen agarrarse a las colinas del valle. Poco consumo, tracción perfecta para salir de las dificultades y capacidad para guardar nuestras mochilas, cuerdas y toda clase de material deportivo. Esa es la virtud de un vehículo tan polivalente.
Si optamos por el slow drive siempre podemos parar en Tirvía, Araós, Alins, Noris o Tor, que nos llevan hacia la frontera con Andorra. Los senderos son casi una vía de escape para desconectar de nuestra vida diaria.
Para conectar y recargar baterías de nuestro vehículo lo mejor es llegar hasta Rialp. Una gasolinera del pueblo nos permite tener autonomía para movernos otra vez por carretera y caminos con facilidad.
En Rialp el valle se vuelve más suave. También a orillas del Noguera Pallaresa, es el mismo perfil de localidad turística que aúna naturaleza y deporte. La naturaleza que lo circunda nos interesa tanto o más, con una estación de esquí, la de Port-Ainé, de espléndida reputación, y naturalmente nuestro río favorito, excusa para todo tipo de actividades acuáticas como el rafting. A la hora de sentarse en la mesa, te recomendamos que recurras a los platos de cordero y el queso artesanal del tupí. Si es temporada de setas, no te olvides de incluirlas en tu dieta.
Y para cerrar el camino, hay que llegarse hasta Sort. Es el ejemplo perfecto de villa en el Pirineo Catalán con toda su oferta de ocio, naturaleza, gastronomía y arte. El Noguera Pallaresa permite practicar piragüismo y rafting a mansalva, pero su historia es igual de interesante: en el siglo XVI fue considerado tierra de brujas, con todo lo que ello implica. La suerte, el destino y la venta de lotería permite a esta población estar muy a menudo en los medios de comunicación… La suerte no siempre se atraviesa en nuestro camino.