Con mercados emergentes como el chino en el punto de mira, cada vez se producen más unidades para la exportación en Estados Unidos. Sin embargo, cuando los vehículos producidos en factorías como las que existen en Ohio llegan a China, se encuentran con problemas que el gobierno estadounidense considera competencia desleal.
Según expuso Obama en su discurso, el gobierno chino subvencionó, entre 2009 y 2011, con una cantidad en torno a 1.000 millones de dólares, a doce fabricantes nacionales de automóviles y repuestos: Obama señala que, en este último sector, las exportaciones chinas han pasado de 7.000 millones de dólares en 2002 a 70.000 millones en 2012, perjudicando a la industria norteamericana.
Anteriormente, Obama ya había tildado de «injustificables» los aranceles a la exportación impuestos por China a los productos de Estados Unidos. El candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, ha sido siempre muy crítico con la política de Obama hacia China, por considerarla demasiado blanda. Romney ha calificado el procedimiento abierto como «insuficiente», y que llega «demasiado tarde para las empresas estadounidenses y las familias de clase media». El Representante Comercial de Estados Unidos, Ron Kirk, declaró al hablar del procedimiento iniciado ante la OMC que estas subvenciones «proporcionan una ventaja injusta» a los coches chinos frente a los estadounidenses. Otros funcionarios aseguran que se mantuvieron varias conversaciones telefónicas con China para evitar llegar al extremo de tener que resolverlo ante la OMC.
La repuesta de China no se ha hecho esperar, y ha denunciado ante la OMC los aranceles abusivos que impone Estados Unidos en 62 bienes y mercancías distintos -papel, neumáticos, productos químicos, electrodomésticos…-.
En Ohio, más del 12 % de los trabajadores desarrollan su actividad en el sector del automóvil. Ohio es tradicionalmente uno de los estados indecisos en los que los candidatos ganan o pierden las elecciones presidenciales.
