Esta versión sólo se vende combinada con tracción total y cambio automático de ocho velocidades; las prestaciones y los consumos son excelentes. Así, el modelo berlina, que pesa 1.865 kg, acelera de 0 a 100 en 5,1 segundos y tiene un consumo medio de 6,4 litros, mientras que el familiar (Avant), pesa 1.930 kg y acelera de 0 a 100 en 5,3 segundos, con el mismo consumo que su ‘hermano’. En ambos casos, la velocidad máxima está limitada a 250 km/h.
Cuando asistimos a la presentación, del nuevo motor nos llamó la atención su llamativo sonido -de hecho, a través del ordenador de a bordo existe una función que permite variarlo para hacerlo más o menos deportivo-… y su empuje bestial, capaz de hacer derrapar las cuatro ruedas en una arrancada al límite. El cambio, sin embargo, nos resultó un poco lento a la hora de reaccionar… aunque no es algo preocupante. El resto del coche es tan bueno como en cualquier Audi A6: un excelente comportamiento, una elevada seguridad activa a cualquier velocidad y una comodidad notable -aunque no tanto como la de un Mercedes Clase E-.
Los precios de esta nueva motorización son los siguientes: con la carrocería de cuatro puertas sale por 59.900 euros, mientras que la familiar se queda en 62.550 euros. Hablamos de un incremento de precio respecto al 3.0 TDI de 245 CV de 4.640 euros, cantidad que se justifica por el incremento de las prestaciones… pero no por el de equipamiento, que es idéntico en ambos motores.
