Casi todos esos coches que no han encontrado comprador son vehículos antiguos, con mucho kilometraje y poco atractivo para los asistentes, como un Citroën C-15 o un Opel Kadett, que tenían un precio de salida de tan sólo 60 euros. Pero en ese grupo encontramos también la ‘joya de la corona’ de la subasta, el Audi A8 blindado del anterior presidente manchego, José María Barreda, que ha sido incapaz de encontrar un comprador que pujara por la cantidad que se pedía por él: 156.000 euros. La propia Junta ya preveía que la puja quedara desierta debido al coste de la operación, a pesar de que el precio es muy inferior a los 337.000 euros que el ejecutivo de Barreda pagó por él en 2007. A esto hay que sumar la propia naturaleza del vehículo, ya que la mayoría de las personas que precisa de una protección especial cuenta con un vehículo de este tipo de su compañía o institución. Estos coches que no han sido vendidos volverán a salir a subasta a un precio menor.
Los que sí han encontrado dueño han sido el resto de vehículos, entre los que había muchos de gama media y alta, como seis Audi o siete Volvo. El modelo más barato ha sido un Peugeot 106, vendido por 620 euros -su precio de salida era de 120 euros-, mientras que el más caro ha sido precisamente un Audi A8, adjudicado por 16.500 euros -se pedía 11.460 euros por él-. A medio camino encontramos un Audi A6 vendido por 7.500 euros, un Volvo S60 por 13.700 euros… De media, cada coche comercializado ha tenido un precio final de 5.769 euros.