De dimensiones similares a las del actual Outlander, este todocamino familiar se ofrecerá con siete plazas, en configuraciones de tracción delantera o total con acoplamiento progresivo automático del tren trasero mediante un embrague de discos (tipo Haldex). El motor diésel será presumiblemente una evolución del actual 2.2 MIVEC desarrollado hace tres años por la propia Mitsubishi que, con potencias de 156 y 177 CV, presenta la peculiaridad de aplicar una culata multiválvula con distribución variable en admisión. Con este motor, la firma japonesa promete bajar de los 130 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido, una cifra muy baja para un vehículo de su tamaño que supondría situar el consumo en torno a los 4,9 o 5,0 litros de gasóleo cada 100 kilómetros.
Junto a este diesel, el Outlander incorporará un nuevo motor de gasolina, el 2.0 I MIVEC, que también se podrá combinar tanto con tracción delantera como con tracción total, e incorporará mecanismo de arranque y parada y tansmisión automática de seis velocidades.
La versión híbrida, prevista para 2013, podrá enchufarse a la corriente doméstica para recargarse y dispondrá de tracción en las cuatro ruedas, por lo que es posible que disponga de uno o dos motores eléctricos en el puente trasero que sean los que proporcionen motricidad a ese eje. Mitsubishi espera conseguir unas emisiones de menos de 50 gramos de C02 por km. y más de 800 kilómetros de autonomía. Toda esta tecnología procede del prototipo PX MiEV II Concept.
