A pesar de su pequeño tamaño y de que la mayoría de los conductores lo utilizarán para moverse por carretera o caminos sencillos, Land Rover ha querido demostrar que su ‘baby’ Range Rover está preparado para soportar las mismas condiciones de frío, nieve, hielo y niebla que el resto de modelos de la gama. Por este motivo, los ingenieros de la firma inglesa se han desplazado a la localidad sueca de Arjeplo, donde han sometido al Evoque de cinco puertas a condiciones extremas… y según podemos ver, el resultado ha sido más ques satisfactorio.
Al igual que el resto de modelos, el Evoque equipa la tecnología Terrain Response de Land Rover, que modifica el comportamiento del motor, la caja de cambios, el diferencial, el sistema de frenado y el de estabilidad según las condiciones del terreno. Las diferentes opciones de respuesta se seleccionan a través de un control en la consola central, con posibilidad de adaptarla para una conducción normal -para carretera y terrenos fáciles-, sobre hierba, gravilla o nieve -condiciones resbaladizas- o sobre barro, baches y arena.
Asimismo, el Evoque introduce un buen número de ayudas a la conducción, sobre todo relacionadas con la tracción y la estabilidad, como control dinámico de estabilidad (DSC), control de estabilidad antivuelco (RSC), control de tracción (TCS), asistente de arranque en pendientes, control de descenso en pendientes (HDC), control de par motor (EDC), etc.
Además, equipa el freno de estacionamiento electrónico, que se desconecta de manera automática cuando el coche se pone en marcha, así como sistema antibloqueo, reparto electrónico de la frenada, asistente de frenado de emergencia, control de frenado en curva…
