Aunque no podemos considerarlo como un turismo, es posible que este híbrido entre microcar y scooter sea el modelo que popularice la tecnología eléctrica en nuestras ciudades, gracias, sobre todo, a un precio de partida mucho más asequible. El Twizy llegará al mercado este mismo año desde 6.990 euros, impuestos incluidos, una cifra que podría reducirse aún más si le restamos las ayudas del Plan Movele o las subvenciones de algunas comunidades autónomas. Este bajo precio se consigue gracias al alquiler de las baterías, una estrategia a la que ya nos tiene acostumbrados la firma gala. De esta forma, el conductor tiene que abonar 45 euros al mes en concepto de alquiler, un precio que se mantiene siempre y cuando no se superen los 7.500 km al año.
Este precio de partida se corresponde con su versión más básica, sin puertas, con un límite de velocidad de 45 km/h y homologado como cuadriciclo, por lo que podrá ser conducido sin carné. Desde esta base iremos subiendo hasta llegar a la versión más equipada, que incluye puertas abatibles, más potencia y una velocidad máxima de 75 km/h -costará unos 9.000 euros-. Esta velocidad punta, unida a una autonomía cercana a los 100 km -aunque según las circunstancias del tráfico podría oscilar entre los 55 y los 115 kilómetros- convierten al Twizy en una buena alternativa para la ciudad, donde competirá contra vehículos como los Smart o los scooters de tres ruedas.
Otro aspecto positivo es que el tiempo de recarga es de sólo 3,5 horas en un enchufe doméstico convencional, aunque también llevará adaptadores para conectar el vehículo en cualquier poste de recarga, público o privado. La instrumentación mostrará en todo momento el nivel de carga de la batería, el consumo en kilovatios hora, la autonomía y un económetro.
