Al igual que la del Toledo, la muerte del Córdoba estaba más que anunciada. Con la cuarta generación del Ibiza funcionando a la perfección y con el anuncio de la llegada en primavera de su versión familiar, el Córdoba, basado en una generación anterior, sólo tenía el camino de la retirada. En los últimos tiempos sus ventas han estado sustentadas por empresas de alquiler y las flotas comerciales, si bien también era apreciado en países emergentes de Europa del Este y Suramérica.
Un Ibiza con un gran maletero
El Seat Córdoba se podía definir como un Ibiza de tres cuerpos. Por dentro no cambiaba con respecto al urbano, aunque su gran maletero de 485 litros lo convertían en una opción versátil y barata para familias y viajes por carretera.
Sus dos primeras generaciones tuvieron una gran acogida, e incluso salieron al mercado versiones deportivas (Cupra) con motor de 1.8 litros turbo. Ahora, el tope de gama es un 1.9 TDI de 130 CV, lo que demuestra cómo poco a poco ha dejado de ser un vehículo de referencia para conductores jóvenes y se ha convertido en una opción interesante para empresas.
Con esta baja, Seat se abona al buen funcionamiento del Ibiza y el León, ya que ni el Altea ni el Exeo están teniendo la acogida que se esperaba. La versión familiar del Ibiza, que llegará en primavera, será otro pilar en la facturación de la firma española, que está sometiendo a su gama a una profunda reestructuración.
