Además de haber pertenecido a John Lennon, hay otro buen motivo para pagar una buena cantidad por este Ferrari: Del 330 GT sólo se fabricaron 500 unidades, de modo que resulta una posesión exclusiva incluso si no hubiera tenido tan ilustre propietario. John Lennon recorrió más de 32.000 km en los casi tres años que lo tuvo: Se lo compró en 1965, nada más sacarse el carné, y le costó 6.500 libras de la época; a Lennon no le faltaron vendedores que se dirigían directamente a él para ofrecerle modelos de otras marcas –Jaguar, Aston Martin…-. Finalmente, Lennon vendió su Ferrari en octubre de 1967.
La última vez que salió a subasta no encontró comprador, de modo que la casa Bonhams lo vuelve a ofrecer al mejor postor el próximo 12 de julio, durante la celebración del Festival de la Velocidad de Goodwood. Esperan que la puja ganadora esté entre las 180.000 y las 220.000 libras -entre 210.000 y 260.000 euros-. Los precios de los clásicos han subido en Gran Bretaña en los últimos años, así que los vendedores podrían sacar más dinero ahora del que habrían conseguido en la subasta anterior. Su actual propietario lo adquirió a finales de los años 80, cuando la propia Ferrari restauró la unidad de una forma poco fiel a su estado original… La pintó de rojo y retiró la matrícula que había tenido siempre, y con la que había circulado Lennon. Este último dueño se encargó de que volviera a ser azul por dentro y por fuera.
