La guerra en la batalla por posicionarse como una de las marcas de referencia en el desarrollo del coche autónomo sigue más abierta que nunca entre los grandes fabricantes. Uno de los que más está apostando por este tipo de vehículo es Ford y acaba de dar un paso más en su estrategia al crear una filial, bajo la denominación de Ford Autonomous Vehicles, para acelerar el desarrollo de su coche autónomo con una inversión de más de 3.000 millones de euros.
La nueva división de Ford incluirá la integración de sistemas de Ford, el área de investigación de conducción autónoma, el desarrollo de redes de transporte, la experiencia de usuario, la estrategia comercial y el negocio equipos de desarrollo. Además, a través de esta nueva filial, Ford también intentará capitalizar nuevas oportunidades de mercado.
La sede principal de Ford Autonomous Vehicles estará ubicada en el campus Corktown de la compañía, en Detroit (Estados Unidos). Aunque como decíamos el objetivo es aprovechar oportunidades de mercado y asumir inversiones de terceros, por el momento el único socio conocido de Ford para este proyecto es Argo AI, una compañía dedicada a ofrecer soluciones tecnológicas de software, robótica e inteligencia artificial.
Sherif Marakby, actual vicepresidente de Vehículos Autónomos y Electrificación de Ford, ha sido nombrado director general de la nueva organización. Además, Ford está reorganizando su división de Operaciones Globales con el objetivo acelerar la integración de la aplicación de la tecnología en todo su sistema industrial.
Ford ya prometió hace unos meses que lanzaría al mercado en torno al año 2021 un vehículo completamente autónomo sin volante ni pedales. «Ahora es el momento adecuado para consolidar nuestra plataforma de conducción autónoma en un equipo que posicione mejor al negocio para oportunidades futuras», señaló el presidente y consejero delegado de Ford, Jim Hackett.
