Este -kit- se compone de una parrilla oscurecida, nuevas taloneras, spoilers, faros antiniebla con biseles cromados, doble salida de escape también cromada y llantas Panther Black de 17 pulgadas en la versión de gasolina y de 16 pulgadas en la diésel. Y es que mecánicamente está disponible con dos variantes, una diésel y otra de gasolina. La primera es un 1.6 TDCi de 95 CV, con un consumo de sólo 4,1 litros cada 100 kilómetros -como la versión -normal– y unas emisiones de 107 g/km, mientras que la segunda, más prestacional, opta por un bloque 1.6 Ti-VCT de 134 CV de potencia y 160 Nm de par, con relaciones más cortas en la caja de cambios para potenciar su espíritu deportivo. Este motor es el mismo que ya se comercializa en la gama, aunque potenciado de los 120 a los 134 CV, por lo que el consumo se situará en torno a los seis litros. Alcanza una velocidad máxima de 195 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 8,7 segundos.
Sólo está disponible en color blanco o negro. Las llantas de aleación Panther Black completan las mejoras exteriores del Ford Fiesta Sport Match, con unas de 17 pulgadas para la versión gasolina y de 16 pulgadas para los coches equipados con motor TDCi. Las llantas también están disponibles en color aluminio.
Por dentro también encontramos interesantes retoques, como los asientos deportivos tapizados en cuero Ebony Black con costuras grises en contraste, una solución que vemos también en el volante con radios en negro brillante, en el pomo de la palanca de cambios y en el freno de mano. Los pedales son de aluminio, las alfombrillas llevan el anagrama de la edición, los relojes llevan un marco en color negro brillante y el sistema de audio se beneficia del nuevo equipo DAB con USB.
El modelo gasolina tiene un precio de venta al público de 18.850 euros, y el diésel, de 18.350 euros.
