Ford Performance se ha encargado de desarrollar la variante más deportiva del nuevo Ford Focus, al menos hasta el lanzamiento del Ford Focus RS. Como en la generación anterior, el ST tiene un diseño más deportivo y está disponible con un motor de gasolina y otro diésel.
La cuarta generación del Ford Focus ya ha pasado por las manos de Ford Performance para ganar en deportividad y mejorar su comportamiento dinámico. Hasta que llegue el Ford Focus RS, el Ford Focus ST se convierte en la opción más rápida de la gama y, como ya sucedió con la tercera entrega del compacto americano, se puede escoger entre un motor de gasolina y un diésel, en los dos casos con tracción delantera y un autoblocante electrónico que mejora la tracción y el paso por curva.
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El nuevo Ford Focus ST se diferencia del resto de versiones por los paragolpes específicos, las llantas de aleación de aleación exclusivas de 18″ -opcionalmente pueden ser de 19″-, el alerón trasero más grande y más inclinado para generar más carga aerodinámica, la doble salida de escape en los extremos del difusor trasero y los colores específicos Azul Ford Performance y Naranja Fury, que completan la paleta de colores exteriores junto al Blanco Frozen, el Gris Magnetic, el Rojo Race, el Rojo Ruby y el Negro Shadow.
Con asientos deportivos firmados por Recaro
Dentro, destacan los asientos Recaro en color ébano, el pomo del cambio, los pedales deportivos en aluminio y los elementos decorativos en color plata. Como ya ocurrió con su predecesor, el Focus ST estará disponible con carrocería de cinco puertas y familiar Sportbreak; en ambos casos incluirá de serie el control de crucero adaptativo, los faros delanteros led adaptativos, el asistente de estacionamiento activo, el asisente de maniobra evasiva o el sistema de conectividad SYNC 3con pantalla táctil central de 8″ y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto.
Gasolina y diésel
Más allá de su diseño y equipamiento, el nuevo modelo deportivo de la marca del óvalo promete ser más rápido que el anterior Focus ST gracias a sus nuevos motores y a una puesta a punto específica. La variante de gasolina equipa un motor EcoBoost biturbo de 2.3 litros que desarrolla 280 CV y 420 Nm de par; se trata del Focus ST más potente de la historia y va asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades, si bien también puede ligarse a una transmisión automática de doble embrague con siete velocidades y función de punta-tacón de forma automática. El diésel es un bloque EcoBlue de 2.0 litros que entrega 190 CV y 400 Nm de par a solo 2.000 rpm.
Ford Performance ha optado por una suspensión más firme y 10 mm más baja que en el resto de versiones, mientras que con el Paquete Performance opcional, el cinco puertas añade la tecnología CCD para adaptarse continuamente a las condiciones del terreno; el Sportbreak, por su parte, tiene una geometría de suspensión única para no comprometer el comportamiento dinámico cuando el maletero está cargado. El diferencial autoblocante electrónico solo está disponible en el Focus ST de gasolina -opcionalmente también puede tener Launch Control-, mientras que el diésel incorpora un sistema de Control de Par Vectorial y ambos cuentan con una dirección más rápida que en el resto de Focus y frenos de mayor tamaño, con discos frontales de 330 mm y traseros de 202 mm.
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