Después de la intensa batalla vivida en Ímola, la Fórmula 1 se adentra en uno de los escenarios más emblemáticos y exigentes del calendario: el Gran Premio de Mónaco. Las calles del Principado volverán a poner a prueba la precisión milimétrica de los pilotos y la capacidad estratégica de los equipos, en un circuito donde adelantar es una quimera y donde la clasificación suele ser tan decisiva como la propia carrera. La magia del entorno y el prestigio del trazado hacen de esta cita una de las más esperadas del año, tanto por los aficionados como por los propios protagonistas del Mundial.
McLaren llega en estado de gracia tras su dominio en Miami y la sólida actuación en Emilia Romaña, con Piastri y Norris consolidándose como una de las duplas más fuertes del campeonato. Red Bull, por su parte, necesita seguir con la senda de Imola, mientras que Ferrari buscará reencontrarse con la regularidad delante de su público más exigente. Con la lluvia siempre acechando y los muros a escasos centímetros, cualquier error en Mónaco puede ser definitivo. Y eso, en esta temporada tan ajustada, lo cambia todo.
Claves: Mónaco
El Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 se disputará, una vez más, en las calles del Principado, sobre un trazado que apenas alcanza los 3.337 metros y que, con sus 19 curvas —doce a derechas y siete a izquierdas—, se mantiene como el circuito más corto del calendario. De hecho, es la única cita en la que la Fórmula 1 incumple su norma de superar los 305 kilómetros totales de carrera, quedándose en esta ocasión en poco más de 260 km.
Como es habitual, el Circuit de Mónaco recorrerá enclaves emblemáticos de Montecarlo, como la horquilla de Loews, el Casino o el Puerto, ofreciendo un reto técnico donde priman la tracción, el agarre mecánico y, sobre todo, la confianza del piloto. A lo largo de todo el trazado, los errores se pagan caros: rozar los muros es parte del guion, pero sobrepasarlos supone despedirse del fin de semana.
Desde el primer sector, los pilotos deben lidiar con la estrechez y la complejidad del circuito. Sainte Devote, la curva inicial, suele ser protagonista de varios incidentes, mientras que la subida del Casino exige potencia y decisión, rematando con un giro ciego que no da margen al fallo. El segundo sector pone a prueba la precisión en frenada en curvas como Mirabeau y Loews, dos de las más lentas del año. A partir de ahí, la secuencia se acelera con la llegada al túnel y su rápida transición hacia la chicane del puerto, una de las zonas más delicadas del trazado.
El último sector es el más exigente en términos de concentración. Tabac, la chicane de la piscina y La Rascasse obligan a combinar cambios de dirección vertiginosos con curvas ciegas en las que el margen de error es prácticamente inexistente. Es en este tramo donde más se fuerza el límite… y donde más coches acaban contra las barreras.
Más allá de sus retos técnicos, la clave del GP de Mónaco volverá a estar en la clasificación del sábado. Con el nivel de dificultad que supone adelantar en pista —casi imposible con los monoplazas actuales—, salir desde la pole es casi sinónimo de victoria. Por ello, el sábado se convierte en la verdadera batalla del fin de semana, con una sesión que se espera tensa, vibrante y decisiva.
A nivel aerodinámico, los equipos optarán por configuraciones de máxima carga. No solo se trata del alerón trasero, sino de conseguir que todo el coche genere estabilidad en un trazado tan revirado. Y aunque las oportunidades para adelantar sean mínimas, la estrategia puede jugar un papel importante. Una parada bien cronometrada puede valer posiciones; un error, condenar la carrera.
Con una degradación muy baja prevista, lo más probable es que la mayoría de equipos apuesten por una sola parada, aprovechando la amplia ventana estratégica.
Horarios y dónde ver por TV
| Sesión | Día | Horario |
| Entrenamientos libres 1 (FP1) | Viernes 24 de mayo | 13:30 – 14:30 |
| Entrenamientos libres 2 (FP2) | Viernes 24 de mayo | 17:00 – 18:00 |
| Entrenamientos libres 3 (FP3) | Sábado 25 de mayo | 12:30 – 13:30 |
| Clasificación | Sábado 25 de mayo | 16:00 – 17:00 |
| Carrera | Domingo 26 de mayo | 15:00 |
En España, la única posibilidad existente para poder seguir todos los grandes premios de Fórmula 1 en esta temporada 2025 es a través de DAZN F1, quien tiene los derechos, aunque cede su retransmisión tanto a Movistar+ como a Vodafone.
Clasificación Fórmula 1
Tras haberse disputado las siete primeras carreras de la temporada de Fórmula 1 así esta la clasificación general de pilotos.
Recordemos: el Gran Premio de Emilia Romagna
Verstappen volvió a imponer su ley en Imola con una carrera que combinó estrategia, talento y algo de fortuna. El neerlandés construyó su victoria desde la salida, con una maniobra magistral por el exterior en Tamburello para arrebatarle el liderato a Piastri. A partir de ahí, gestionó con inteligencia su ritmo y alargó su primer stint mientras sus rivales paraban antes. Un Virtual Safety Car provocado por el abandono de Ocon le permitió realizar su parada en el momento justo y volver a pista con una cómoda ventaja. Segundo triunfo del año para el campeón, que lanza un mensaje claro a McLaren: el Mundial aún pasa por él.
Lando Norris terminó segundo tras una gran actuación y una estrategia similar a la de Verstappen. Piastri, que había sido el principal rival de Max al inicio, se vio perjudicado por el tráfico y acabó tercero. En el grupo perseguidor, Leclerc ganó posiciones gracias a un agresivo undercut, pero pagó caro el desgaste de neumáticos en el tramo final. Hamilton escaló hasta el cuarto puesto, mientras Albon, que soñó con el podio tras el VSC, acabó sexto. Sainz salvó algunos puntos tras una segunda parada obligada y Alonso, pese a luchar con todo, se quedó a las puertas del top-10.
La estrategia fue la clave en una carrera con pocos adelantamientos y mucho cálculo. El VSC desbarató las tácticas de Ferrari, Mercedes y Aston Martin, que habían parado demasiado pronto. Sainz y Alonso partían desde la tercera fila con aspiraciones de más, pero la fortuna no estuvo de su lado. Fernando lo resumía por radio con resignación: “Va a ser una tortura”. Imola fue, una vez más, territorio de precisión quirúrgica… y de Max Verstappen.
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