La llegada de las marcas chinas a Europa con multitud de coches eléctricos ya está provocando las primeras reacciones. Una de ellas es la que ha anunciado recientemente el Gobierno de Francia, y que consiste en limitar las ayudas para que sólo puedan beneficiarse de ellas aquellas personas que compren un vehículo eléctrico fabricado en Europa.
Ayudas sólo para los coches eléctricos europeos
El Gobierno de Francia ha presentado un plan con el que pretende excluir de las ayudas que el Estado concede por la compra de coches eléctricos a todos aquellos modelos que no se hayan fabricado en Europa.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha explicado el motivo por el que quieren poner en marcha esta medida con estas palabras: «vamos a apoyar las baterías y los vehículos fabricados en Europa porque su huella de carbono es buena, no vamos a utilizar el dinero de los contribuyentes franceses para impulsar la industria no europea».
En Francia, la subvención que reciben los compradores de un coche eléctrico es de hasta 5.000 euros para aquellos vehículos que no superen los 2.400 kg y cuyo precio no exceda los 47.000 euros. En España, con el plan Moves III la subvención alcanza los 4.500 euros si no se achatarra ningún vehículo y de 7.000 € con achatarramiento.
Algunas incógnitas
Por el momento, no se sabe cuándo se pondrá en marcha este plan que ha anunciado Francia de dar ayudas únicamente a los coches eléctricos fabricados en Europa, ni tampoco cómo será su letra pequeña. Y es que, si se plantea así la normativa, no se verían afectados sólo los fabricantes asiáticos como BYD, MG… sino que también afectaría a otras marcas que fabrican sus coches en esos países, e incluso a las compañías automovilísticas de Japón, Estados Unidos, etc.
Como ejemplo tenemos a Tesla que fabrica la gran mayoría de sus vehículos en Shanghái (China), y podría ser uno de los fabricantes a los que perjudicaría la medida. Y, si vamos más allá, tenemos otras dudas sobre qué ocurrirá con modelos como el Dacia Spring, el coche eléctrico más vendido de Francia, que se fabrica en China y podría quedarse sin las ayudas.
Sin embargo, Francia no es el primer país que anuncia una medida de este tipo, puesto que Estados Unidos ya aprobó algo similar. El pasado verano, el Senado anunció una subvención de hasta 7.500 dólares por la compra de vehículos eléctricos siempre y cuando se hayan fabricado en Norteamérica y que el 50 % de sus componentes de batería procedan de allí.
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