A partir del próximo 1 de julio, los coches diésel matriculados antes de 1997 y las motocicletas anteriores al 2000, no podrán circular por el centro de París los días laborables de ocho de la mañana a ocho de la tarde. Así de contundente se ha mostrado la Administración Francesa después de varias reuniones para intentar reducir el nivel de contaminación en París.
Francia ha sido el primer país en tomar una medida de este tipo en su capital. Pero la cosa no termina aquí, tan serios se han puesto en la capital francesa que su intención es que para 2020 no pueda circular por el centro de la ciudad ningún vehículo con más de diez años de antigüedad, tanto diésel como gasolina.
Para hacer más efectiva la medida y facilitar el trabajo a las autoridades, los vehículos deberán llevar unas nuevas pegatinas en el parabrisas del coche en las que se indicará la antigüedad del mismo.
El modelo parisino podría ser adoptado más pronto que tarde por otros ciudades de Europa e incluso en España podríamos ver medidas similares en ciudades como Madrid.