Durante su viaje hacia el norte, Rosvall hizo uso de estaciones de recarga rápida. Empezó desde Helsinki con las baterías llenas, haciendo su primera parada para cargar en Hyyinkää, después de unos 55 kilómetros, y el segundo en Lahti, 70 kilómetros después, es decir, recorrió unos 150 kilómetros impulsado, únicamente, por electricidad.
“Conduciendo a unos a 80 kilómetros por hora por carretera cubierta de nieve soy capaz de recorrer unos 40 kilómetros, mientras que en conducción urbana recorro casi 50 kilómetros, utilizando solo energía eléctrica. El Mitsubishi Outlander PHEV es altamente fiable y lo mejor es que las condiciones meteorológicas no le afectan”, prosigue Rosvall.
Según iba rememorando su viaje, este químico que estudia nuevas fórmulas de energía para los taxis comentaba: “En Laponia occidental, la nieve era de tres metros de altura, pero las características todo terreno del PHEV me ayudaron en todo momento y me hicieron sentir muy seguro”.
A partir de la Laponia finlandesa, Rosvall se dirigió a la orilla del Mar Ártico y luego emprendió el regreso a casa a una temperatura media de -28 grados bajo la luna llena.
