Cómo funciona el sistema de conexión entre vehículos (V2V)

La principal causa de accidentes es el factor humano, en más de tres de cada cuatro accidentes. Por ello, desde hace algo más de diez años se empezó a investigar en un campo que se denomina V2V (Vehicle To Vehicle) o C2C ( Car To Car), un sistema de comunicaciones inalámbricas de corto alcance entre vehículos. ¿Puede la tecnología ayudar a reducir el número de accidentes? Pues sí, puede.


Existen muchas siglas diferentes para denominar el V2V (Vehicle to Vehicle), pero todas responden a la misma esencia: se trata de un sistema de conexiones entre vehículos que sirvan para establecer una comunicación entre ambos y evitar posibles accidentes de tráfico. Sería algo parecido al wifi, pero con un alcance que puede variar entre los 1000 metros, si no hay muchos obstáculos, aunque normalmente estará alrededor de los 300m, según Innvaticias.

Normalmente se usa una banda de los 5,8 o 5,9 GHz, con un ancho de banda de alrededor de los 75 MHz. Es decir, hablamos de una red ad hoc, que se forma «conectándose» un coche a otro y ese a otro, y a otro, y así sucesivamente. Esto también se puede complementar con una conexión a internet móvil de alta velocidad LTE para recibir otros datos (por ejemplo información meteorológica o de tráfico) y conseguir redundancia de sistemas y más fiabilidad, explica el portal.

¿Para qué sirve?

El sistema funciona como un emisor y receptor de señales que comprenden la ubicación y la dirección que se quiere tomar en la circulación. De este modo un coche podría decirle al resto de vehículos que están cerca dónde está, hacia dónde se está moviendo y a qué velocidad, y de la misma manera está recibiendo esos datos del resto de vehículos. El coche lleva también un módulo GPS de localización, para precisar mejor su posición, según Xakata. Las autoridades de seguridad del tráfico, los fabricantes de componentes y electrónica y los fabricantes de automóviles consideran que estos sistemas pueden aportar grandes ventajas de seguridad en la circulación

Situación real

Según Innvaticias, un ejemplo de funcionamiento sería el siguiente: «Conducimos nuestro coche y nos acercamos a un cruce con una visibilidad no muy buena, aunque nosotros no alcancemos a verlo, nuestro coche ha recibido la señal de otro coche que se acerca por la carretera transversal, por nuestra derecha, la computadora del sistema ha calculado que las trayectorias se cruzarán, que hay peligro, y saltará un mensaje en el cuadro de instrumentos advertiéndonos del mismo».

Además de para el tráfico, este sistema funcionaría para avisar de cuando un coche queda averiado, que un vehículo va a cambiar de carril e incluso que un peatón va a cruzar la calle (si dicho peatón también llevara consigo un sistema de balizamiento con emisión de señales inalámbricas, incorporado en la ropa, por ejemplo).

Al igual que sistema lo incorporarían coches o peatones, también estaría instalados en infraestructuras de tráfico (V2I) como semáforos, para saber cuándo se va a poner en rojo y hacer más eficientes a los vehículos evitando detener la marcha o en señalizaciones de carretera, dónde además de avisar de posibles retenciones, podrían incorporar sistema de seguridad de detención de vehículos a distancia, si éstos han cometido una infracción grave.

En Estados Unidos, Europa y Japón se está investigando y desarrollando esta tecnología. En Alemania, por ejemplo, se ha estado probando en condiciones reales. Sin embargo, a pesar de que todos los países están probando sistemas muy similares, no termina de haber un estándar único para todo el mundo debido a una cuestión de frecuencias. Los sistemas de las distintas regiones no son directamente compatibles, algo que a priori no es excesivamente preocupante ya que un coche fabricado para el mercado europeo no suele circular por EEUU, o por Japón, y viceversa.

Se calcula que si todos los vehículos que circulan por las calles y carreteras tuvieran un sistema V2V y V2I se podrían reducir los accidentes y colisiones entre un 50 y un 75%. En Estados Unidos por ejemplo se estima que se podrían evitar unas 600.000 colisiones al año.

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