El Ejecutivo de Sánchez contempla eliminar la bonificación que actualmente tiene el diésel sobre la gasolina, por lo que el gasóleo pasaría a ser 3,8 céntimos por litro más caro. Todo con el objetivo de impulsar medidas para una movilidad sostenible, según la ministra de Hacienda.
El pasado viernes, el Gobierno aprobó la remisión a las Cortes del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2019. En este consejo, el Ejecutivo de Sánchez decidió incluir la supresión de la bonificación que tiene el diésel sobre la gasolina, lo que en la práctica equivaldría a un aumento del precio del gasóleo de 3,8 céntimos por cada litro para los conductores particulares.
María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ha afirmado que de llevarse a cabo esta medida, tendría un impacto de tres euros mensuales para el consumidor medio, el cual realiza unos 15.000 kilómetros anuales, lo que le supondría cerca de 36 euros adicionales al año. Así las cosas, Montero ha resaltado que el 30% de la recaudación de este incremento en el precio del diésel, que se contabilizará en 2020, será destinado al impulso de medidas para una movilidad sostenible.
El sector profesional no sufrirá esta subida
Tal y como afirma la ministra, «la medida no tiene impacto en el gasóleo profesional, ya que quedarán fuera los profesionales del transporte, incluidos los profesionales agrarios». En este sentido, Montero subrayó la capacidad de la Agencia Tributaria para identificar cuándo se utiliza el diésel con carácter profesional.
Asimismo, señaló que se están estudiando las singularidades de cada sector para hacer posible un sistema de información que permita discriminar a la empresa o el autónomo que hacen mayor uso del transporte y lograr así que no se encarezca el precio del gasóleo.
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