| Un ‘híbrido’ inesperado
Con 215 CV de potencia y 285 Nm de par, este propulsor, colocado en posición transversal, convirtió al Thema 8.32 en el automóvil de tracción delantera más potente del momento. |
Dónde puedes conseguir uno No es un coche muy común en el mercado de ocasión y el hecho de que, en la actualidad, su valoración no sea muy elevada no ayuda. Sus propietarios suelen preferir conservar este clásico antes que recibir los entre 5.000 y 8.000 euros por los que podrían venderlo. Para localizar alguna unidad busca en páginas de compra-venta de vehículos como www.autoscout24.es y, si ya tienes uno, o simplemente eres admirador de este coche, puedes encontrar opiniones e importante información técnica sobre él en la comunidad de Lancia en Internet -www.lancistas.com-. |
| ‘Limitado’ por obligación
El motor F105L con inyección KE3 Jetronic daba 240 CV en el Ferrari 308 Quattrovalvole. Lancia consideró conveniente reducir ligeramente la potencia para hacer al coche más dócil y así evitar las pérdidas de tracción que podrían producirse en un tracción delantera tan potente y sin ayudas electrónicas -de hecho, la prensa del motor de la época acabó destacando la elevada motricidad de este modelo-. Se rediseñó el cigüeñal y la admisión de manera que el comportamiento del motor fuese menos deportivo pero casi igual de rápido: aceleraba de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y cubría el kilómetro desde parado en 26,8 segundos. La velocidad punta era de 240 km/h.
1989: El principio del fin Las normativas anticontaminantes de finales de los años 80 hicieron que Lancia tuviese que acoplar un catalizador en el sistema de escape del Thema 8.32. Debido a ello, la potencia se vio disminuida hasta los 205 CV y el par se redujo a 263 Nm. El 8.32 perdió algo de su esencia porque, además, entregaba la potencia de manera más suave. La aceleración de 0 a 100 km/h pasó a ser de 7,2 segundos y alcanzaba 234 km/h. Cosas buenas… y no tan buenas El 8.32 destacaba por su estabilidad, su calidad a bordo, su buen equipo de frenos -con discos de 284 mm delante y 251 mm detrás- o por el sonido de su motor. No obstante, pecaba de una electrónica menos fiable de lo deseado, de una suspensión un poco blanda, de una postura al volante extraña y de un mantenimiento carísimo: por ejemplo, la correa de distribución debía cambiarse antes de los 40.000 km y suponía un desembolso de cerca de 1.800e -en parte, debido a la mala accesibilidad mecánica-. 1986 – 1992Cómo reconocerlo Por fuera, se diferenciaba del resto de la gama Thema por las llantas de 15″ -cuyo diseño se inspiraba en las de Ferrari-, los logotipos 8.32, el escape doble, una fina línea adhesiva a media altura de la carrocería y por el singular alerón retráctil -más estético que funcional- que se desplegaba a partir de 160 km/h o pulsando un botón. Dentro, contaba con unos asientos específicos, un completo salpicadero revestido de madera y una tapicería de cuero cosido a mano por la compañía Poltrona Frau.
Fabricado ‘a trozos’ El motor del 8.32 se fabricaba en la factoría Ferrari de Maranello, pero el coche se ensamblaba en la fábrica de Lancia de San Paolo. Aunque para descargar de trabajo a esta planta, parte de la producción se trasladó a las instalaciones de Ducati. Algunos datos de interés… En total, se fabricaron 3.971 unidades -2.370 de la Fase 1 y 1.601 de la Fase 2-, de las cuales 64 iban pintadas en color rojo Ferrari. El resto se ofrecía en verde, gris, negro, azul o el característico rojo cereza de las fotos. El Thema compartía chasis con los Alfa Romeo 164, Fiat Croma y Saab 9000. |
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