La campaña especial de vigilancia del transporte escolar llevada a cabo por la Guardia Civil entre los días 16 y 20 de enero ha finalizado con 776 vehículos denunciados, de los más de 2.000 que han sido sometidos a dicho control. La gran mayoría de los sancionados no disponían de la autorización pertinente ni del seguro de responsabilidad ilimitado, que es obligatorio en estos casos. El objetivo de esta serie de actuaciones ha sido la comprobación de la norma establecida por parte de este tipo de vehículos.
Uno de los datos más positivos de esta campaña ha sido que ninguno de los 2.081 conductores evaluados ha dado positivo en los controles de alcohol y drogas -lo cual no ha ocurrido con el chófer del autobús volcado este mismo miércoles 25 en Fuenlabrada-. No obstante, durante el pasado mes de noviembre una conductora de un autobús escolar de Villaviciosa de Odón -Madrid- sí que dio positivo en el control de alcoholemia -con 0,28 y 0,27 mg de alcohol por litro de aire espirado, cuando el límite está establecido en 0,15-; algo que también pasó con un chófer de otro autobús escolar en Trujillo -Cáceres-, que quintuplicó el límite -con 0,84 mg-.
De todos los vehículos a los que se ha examinado, 581 vehículos no disponían de la autorización necesaria para realizar servicios de transporte escolar, mientras que 167 de ellos no tenían suscrito un seguro de responsabilidad civil ilimitado. Por otro lado, dos conductores fueron sancionados por exceder el tiempo máximo de conducción, y otros 26 por no llevar a bordo del autobús a una persona encargada de velar por la seguridad de los menores. Asimismo, ocho de los denunciados no hacían uso del cinturón de seguridad.
La accidentalidad
Durante el 2015, 27 autobuses escolares se vieron implicados en accidentes de tráfico -14 en vías interurbanas y 13 en vías urbanas-, arrojando unas cifras de 9 ocupantes heridos -ningún fallecido-. Según un estudio realizado por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, el 65% de los siniestros de este tipo de vehículos ocurren en carreteras convencionales, siendo la colisión fronto-lateral el accidente más frecuente y las distracciones y la velocidad inadecuada las causas más comunes.
