Dos miembros del equipo europeo de Investigación y Desarrollo (I+D) de Honda, Fergal McGrath y Julian Warren, aceptaron este desafío con el objetivo de demostrar el increíble ahorro de combustible en condiciones reales que ofrece el Honda Civic Tourer 1.6 i-DTEC.
Esta gran distancia recorrida equivaldría a conducir los dos hasta Australia desde su Reino Unido natal parando únicamente nueve veces para repostar. El Civic Tourer conducido por ambos consiguió alcanzar la increíble cifra de 1.500 kilómetros por depósito de media, con un coste total de combustible para todo el viaje de tan solo 645€.
El equipo se embarcó en este viaje por carretera partiendo desde Alost (Bélgica) el lunes 1 de junio para recorrer el continente en el sentido de las agujas del reloj. El jueves 25 de junio regresaron al punto de partida con unos resultados de ahorro de combustible increíbles: habían superado en más de un 25 % la cifra de 3,8 litros por cada 100 kilómetros oficialmente homologada para el Civic Tourer.
El título oficial de los GUINNESS WORLD RECORDS atiende a la descripción de «menor consumo de combustible a lo largo de los 24 países contiguos de la Unión Europea (todos los automóviles)», que se mide en litros por cada 100 km y en millas por galón a lo largo de todo el viaje. De acuerdo con las normas, los dos mismos conductores tenían que viajar en el coche a lo largo de todo el trayecto, con lo que Fergal y Julian, compañeros durante 18 años del equipo de I+D de Honda con sede en el Reino Unido, tuvieron que encarar el desafío de conducir aproximadamente una media de 600 kilómetros y 7,5 horas al día.
El Civic Tourer debía ser un modelo de serie en todos los aspectos y no podía incluir modificación alguna que le supusiese una ventaja, con el fin de reproducir unas condiciones reales de conducción. Un testigo imparcial debía pronunciarse en cuanto a este requisito al principio y al final de la prueba. El repostaje se realizó en gasolineras normales, de manera que se debía llenar el depósito al máximo en cada parada para garantizar que no hubiese ninguna ventaja debido a una reducción en el peso. Además, los neumáticos se debían inflar a la presión recomendada y la alineación de las ruedas debía ser la indicada en las especificaciones de fábrica para que la conducción se asemejase a la experiencia habitual del cliente.