En la época actual es difícil encontrar a alguien que vaya a contracorriente del desarrollo tecnológico. Sin embargo, India así lo hará, al menos en lo que se refiere al desarrollo de vehículos que se conducen de manera autónoma. ¿Su objetivo? Evitar que con la llegada de este tipo de avances crezca todavía más el desempleo en una región en la que el problema de la falta de trabajo ya está lo suficientemente extendido como para ser preocupante.
Y es que en India el puesto de trabajo como conductor privado y/o de transporte público es uno de los más populares en el país asiático. Tanto es así que la demanda de este tipo de profesionales alcanza aproximadamente las 22.000 solicitudes cada mes, una cifra que incluso se espera que crezca en unas cinco veces a lo largo de los próximos cinco años. Por ello, el Gobierno del país ya ha tomado la decisión de abrir cien nuevos centros para preparar a sus conductores, huyendo así de la conducción autónoma.
Esta decisión del Gobierno de India ha echado para atrás a muchos fabricantes que ya se encuentran en fase de pruebas con sus coches autónomos en zonas como Estados Unidos, China, Alemania o Australia, entre otras. No obstante, en India tampoco se dan las condiciones idóneas para la circulación de vehículos autónomos debido al caótico tráfico que existe allí y a otras condiciones nada favorables para ello.
Por su parte, Nitin Gadkari, ministro de transportes indio, ha sentenciado que «no permitiremos los coches sin conductor en la India. Soy muy claro al respecto. No habrá ninguna tecnología que ponga en peligro puestos de trabajo. En un país en donde hay desempleo no se pueden permitir las tecnologías que acabe ocupando los empleos que realizan los humanos».
