Sobre la base del FX 30d, el FX GT Edition monta un motor 3.0 V6 turbodiésel de 238 CV de potencia y 550 Nm de par máximo -entre 1.750 y 2.500 rpm-. Este propulsor acelera de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y su consumo mixto es de 9,0 litros a los 100 km.
La transmisión integral de la que habla Infiniti consiste en un cambio automático-secuencial de siete velocidades, con levas de magnesio en el volante, combinado con una tracción total con el control adaptativo ASC, que se encarga de enviar más par a las ruedas con más agarre en caso de detectar una pérdida de adherencia.
En el GT Edition, esta mecánica viene acompañada de un equipamiento con llantas de 20 pulgadas, retrovisores eléctricos calefactables, asientos de piel calefactables y regulables eléctricamente, volante de cuero, climatizador bizona, conexión Bluetooth, toma USB, faros bi-xenón con iluminación adaptativa a la carretera, sensores de aparcamiento delante y detrás, cámara de visión trasera, maletero con apertura eléctrica, pintura autorreparable, control de crucero y limitador de velocidad. Muchos de estos elementos -los asientos, los retrovisores, las luces…- se podrán regular automáticamente mediante la llave `I-Key´. Ésta almacena las preferencias del conductor y, al abrir el coche, lo ajusta todo al instante de acuerdo a sus preferencias.
El Infiniti FX GT Edition sólo se venderá entre el 1 de junio y el 31 de julio… si no se agotan antes las unidades. Su precio es de 56.900 euros, muy inferior a los 68.500 euros que cuesta el FX 30d GT… y con más equipamiento.