La localidad cántabra de Santa María del Cayón se ha convertido en el primer municipio en instalar un radar que recaudará, además de para la DGT, para fines sociales. Y es que el 40% del importe de las multas que imponga el cinemómetro irán a parar a la financiación de acciones solidarias. La máquina que controla la velocidad se ha situado en lo alto de un poste en la carretera CA-142, a petición de los dos centros educativos de la zona, el colegio Gerardo Diego y el IES Lope de Vega.
Esto se ha debido a que para los aproximadamente 1.650 alumnos asistentes a ambos centros era muy difícil cruzar la carretera, ya que había continuos excesos de velocidad. Además, la instalación del radar ha corrido a cargo de una empresa privada, la cual gestionará, tramitará y cobrará las multas, recaudando el 60% del importe de éstas y destinando lo demás a ayudar económicamente a familias del municipio con problemas de esta índole.
Según fuentes del Ayuntamiento, esta carretera autonómica es la que mayor tráfico de vehículos soporta durante todo el año, por lo que la puesta en marcha de un radar era necesaria. Por último, para que no se diga que el fin de éste es la recaudación, su posición ha sido anunciada tanto por una señal física como en internet y prensa. Se trata, por tanto, de una iniciativa muy loable. ¿La imitarán otras poblaciones?
