Después de buscar y buscar he conseguido hacerme con un Toyota Land Cruiser HDJ 80 con 142.000 km y en muy buen estado. Es el vehículo de mis sueños pero tiene una pega: a pesar de tener un motor de gran cilindrada, le falta fuerza. He estado mirando en Internet diferentes posibilidades de instalarle un intercooler y la duda que me surge es que algunos kits lo instalan encima del motor, con el engorro de tener que abrir una toma en el capo,y otros en el frontal del coche. Antes de comprar alguno de ellos me gustaría conocer vuestra opinión.
RESPUESTAS TODOTERRENO: Efectivamente, la mejora de prestaciones del fabuloso motor de seis cilindros turbo de 4,2 litros del HDJ 80 pasa por instalar un intercooler que, además, mejora la refrigeración interna de la cámara de combustión. Actualmente conocemos tres kits de intercooler para este propulsor, uno aire-agua y dos aire-aire.
El primero enfría el aire comprimido en el turbo mediante un circuito de agua que incluye una bomba, un radiador y sus correspondientes accesorios. Los dos aire-aire enfrían el aire comprimido en el turbo mediante el aire exterior que captan en función de su ubicación mediante una abertura en el capó o mediante el flujo de aire que recibe el frontal del vehículo. Cada uno de ellos tiene sus ventajas e inconvenientes.
El primero que hemos comentado resulta interesante si se va a circular a muy bajas velocidades (por ejemplo en zonas trialeras), con un flujo dinámico de aire exterior muy bajo o nulo. Las dos opciones aire-aire están más indicadas para una utilización del vehículo en espacios abiertos, donde podemos rodar con velocidad. Para prever usos en zonas lentas, siempre podremos aumentar su rendimiento con la incorporación de un electroventilador.
Si colocamos el intercooler encima del motor tendremos la ventaja de utilizar manguitos de conexión muy cortos entre el turbo, el propio intercooler y el colector de admisión, lo cual favorece la respuesta. Sin embargo a bajas velocidades el rendimiento será bajo por la falta de flujo dinámico de aire, a lo que se suma el efecto del negativo que provoca el calor del propio motor.
Si lo instalamos en el frontal del vehículo, los manguitos tienen que ser muy largos. Perjudicamos así la respuesta del motor pero, a cambio, se aprovecha mucho mejor cualquier flujo de aire, por débil que sea, y además se puede llegar a beneficiar de la aspiración de aire del propio ventilador del radiador de agua del motor. Aunque en verano, con el aire acondicionado, puede recibir aire muy caliente y derivar en problemas de temperatura en el motor. De todas formas este inconveniente es puntual y se puede producir en zonas arenosas donde se necesite mucha potencia de forma sostenida y la temperatura exterior sea muy alta.