Jeep Wrangler YJ Islander: La primera serie especial

Este Jeep Wrangler YJ es ya un auténtico clásico. Lo es por edad, por su rudimentaria arquitectura de doble eje rígido con ballestas y por ser la primera serie especial comercializada de una saga que ha encontrado un filón en estas ediciones extraordinarias.



En 1987, el primer Jeep Wrangler (YJ) sustituyó al vetusto CJ-7. Pese a que heredaba su planteamiento de carrocería minimalista atornillada a un chasis de largueros suspendido mediante ballestas sobre dos ejes rígidos, tenía una vocación más polivalente, con vías más anchas, menor altura libre y posibilidad de montar barras estabilizadoras para mejorar la estabilidad en carretera. Asimismo, casi desde el inicio de su lanzamiento, American Motors Corporation –por aquel entonces propietaria de Jeep– decidió poner a la venta un conjunto de opciones que aumentaran el atractivo del vehículo desde un punto de vista fundamentalmente estético. Acababa de nacer la primera serie especial de una lista que alcanza ya las 25 –tienes más información de ellas en el número 164 de la revista TodoTerreno–.

Así, el Islander incorporaba una paleta de nuevos colores para la carrocería –incluido el rojo brillante de la unidad cuyas imágenes acompañan este texto–, que iba decorada con unos vistosos vinilos de una puesta de sol y una funda específica para la rueda de repuesto. Además, este Jeep disponía de pasos de rueda y estribos del color de la carrocería, depósito de combustible ampliado, asientos de tela y cuero, moqueta y una consola central con posavasos. El vehículo se ofrecía con techo de lona, puertas tanto altas (con marco metálico y ventanilla de cristal) como bajas y llantas de chapa que opcionalmente podían sustituirse por otras de aluminio y cinco radios.

Un 4.2 muy tranquilo

Por lo que respecta a la mecánica, este Wrangler montaba un motor atmosférico de gasolina de seis cilindros en línea, culata de 12 válvulas con árbol de levas en el lateral del bloque, 4,2 litros de cilindrada y 112 CV. Este motor (fabricado por AMC entre 1971 y 1990) ofrecía ya en la época un rendimiento pobre, pero su fiabilidad, elevado par motor y bajo coste de mantenimiento son cualidades aún hoy apreciadas de este mecánica. Al tratarse de su última evolución, contaba con inyección monopunto, recirculación de gases de escape y una centralita que controlaba tanto la alimentación como el encendido.

Salpicadero de Jeep Wrangler islander

Salvo por el cambio automático de tres marchas, la transmisión era muy similar a la que hoy podemos encontrar en los actuales Wrangler JK, con tracción trasera permanente, conexión manual del tren delantero y reductora, todo ello accionado secuencialmente y «a mano» mediante la habitual palanca con recorrido en escalera.

El éxito de esta versión hizo que en 1991 apareciera la espectacular serie especial Renegade, aún más demandada. Y a partir de entonces las ediciones especiales fueron una constante en las tres familias de Wrangler que han existido (YJ, TJ y JK).

La unidad que ilustra estas páginas es un modelo de 1989 que había vivido desde sus inicios en Houston (EE.UU.) y tan solo marcaba 14.930 millas (24.027 km) en su odómetro hasta que en octubre de 2012 fue subastada por R.M. Auctions por un importe de 13.750 dólares, equivalentes a unos 10.103 euros; toda una ganga para esta leyenda viva del todoterreno.

Fiable. El motor de 4,2 litros era poco potente, pero suficientemente elástico y muy fiable. La inscripción Islander puede leerse en la funda de la rueda de repuesto, las aletas delanteras y el capó.

Déjà vu. Han pasado 17 años del lanzamiento del primer Wrangler, y aún hoy el manejo de la tránsfer sigue encomendado a una palanca secuencial como la del Islander. Esta unidad contaba con refinamientos nada habituales en la época, como el aire acondicionado o la dirección asistida.

Avance. El interior del Wrangler YJ suponía un enorme acercamiento al mundo de los turismos respecto al CJ-7. Esta serie especial contaba con «lujos» como una consola central entre los asientos, moqueta y bolsillos en las puertas.

Estribos. Los estribos, los pasos de rueda del color de la carrocería y el vinilo de la puesta de sol permitían identificar rápidamente esta serie especial.

Ruedas. Con casi 17 centímetros de flanco, las ruedas del YJ Islander permitían circular con ciertas garantías por terrenos rotos, mientras que los 22,5 centímetros de anchura de su banda de rodadura aseguraban la suficiente adherencia en asfalto.

JEEP WRANGLER YJ ISLANDER

MOTOR

Delantero longitudinal, 6 cilindros en línea, 4.228 cm3 (95×99 mm). Potencia: 112-117 CV. a 3.000 r.p.m. Par: 285 Nm a 2.000 r.p.m. Distribución 2 válvulas por cilindro, OHV,; inyección electrónica indirecta monopunto.

TRANSMISIÓN

Tracción: Trasera permanente, conexión manual del tren delantero y reductora.

Cambio: Automático de tres velocidades (convertidor de par)

DIRECCIÓN

Tipo: Recirculación de bolas, asistida (opc.).

Diámetro de giro: 10,26 metros

CHASIS

Tipo: Largueros y travesaños.

Suspensión del. / tras.: Eje rígido con ballestas longitudinales delante y detrás.

FRENOS

Del. / Tras: Discos / tambores.

Asistencia: Repartidor mecánico.

DIMENSIONES

Largo / ancho / alto: 3.900 / 1.676 / 1.829 mm. Batalla: 2.373 mm. Vía del./tras.: 1.473 / 1.473 mm. Peso: 1.375 kg. Dep.: 76 litros Maletero: N.D.

RUEDAS

Llantas: Acero, 15″. Aluminio (opc.).

Neumáticos: 225/75-15

PRESTACIONES, CONSUMO Y CO2

Velocidad máxima: 137 km/h; 0-100 km/h: 14,3 seg. Consumo: 15,5 l/100 km Autonomía: 490 km. Emisiones de CO2: N.D.

EQUIPAMIENTO

Serie: Asientos mixtos tela/cuero, consola central, moqueta, rueda de repuesto completa, estribos laterales, techo de lona. Opcional: Aire acondicionado, servodirección hodráulica, llantas de aleación, cambio manual de cinco velocidades.

Trasera

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