El Koenigsegg One:1 es un superdeportivo sueco cuya nomenclatura deriva de su relación peso potencia de 1 kg por cada CV de potencia, hecho que lo convierte en un vehículo extremadamente rápido. De esta manera, es capaz de llevar sus 1.360 kg hasta los 400 km/h desde una aceleración en parado en tan solo 8 segundos, y cifra su velocidad máxima en 454 km/h -gracias a un propulsor gasolina V8 biturbo de 5 litros y 1.360 CV-. Lógicamente, es un coche difícil de controlar, pero si se está buscando superar el récord de vuelta en el circuito alemán de Nürburgring, la empresa se complica aún más.
Eso fue lo que le pasó a la última unidad que rodó por el trazado germano, la cual fue protagonista de un accidente en el tramo Adenauer Fors. No obstante, aunque parezca un milagro viendo el estado en el que quedó el coche, su piloto salió del vehículo por su propio pie. En cualquier caso, éste fue enviado directamente al hospital para que se le realizase un chequeo médico. Lo cierto es que el nivel de seguridad del Koenigsegg One:1 ha quedado fuera de toda duda después de este aparatoso siniestro, y más después de que, fruto del golpe, el automóvil sufriese un pequeño incendio que incluso fue sofocado por los propios sistemas de seguridad del One:1.
Por su parte, la marca sueca ha declarado oficialmente que «el piloto fue transportado al hospital como parte del procedimiento habitual en este tipo de situaciones, y fue dado de alta esa misma tarde. Este incidente es la confirmación de lo difícil que es conducir a este nivel en el mejor circuito de pruebas de todo el mundo. Obviamente estamos consternados con el suceso, pero a la vez contentos de que nuestros sistemas de seguridad trabajen según han sido diseñados para proteger a nuestros conductores». Indudablemente, parece claro que volverán a intentar pulverizar el récord, ahora en posesión del Porsche 918 Spyder -una vuelta en 6 minutos y 57 segundos-.