La expedición «Discovery 1 millón» ya está camino de Pekín

Además, este viaje reúne un importante componente solidario, pues se busca además recaudar un millón de libras para que la Federación de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja pueda acometer un proyecto de potabilización de agua en Uganda que permitirá que 50.000 personas tengan acceso a este bien tan escaso en […]


Land Rover Discovery: Expedición 1 millón

Además, este viaje reúne un importante componente solidario, pues se busca además recaudar un millón de libras para que la Federación de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja pueda acometer un proyecto de potabilización de agua en Uganda que permitirá que 50.000 personas tengan acceso a este bien tan escaso en algunas partes del Mundo.

La preparación de los vehículos incluye una completa dotacion de herramientas, recambios y accesorios off road, además de provisiones de cocina precocinada, que serán de especial utilidad, justo a partir de ahora; cuando la expedición acomete la parte más exigente el viaje, a través de Asia Central, donde la ausencia de suministros obliga a la expedición a ser autosuficiente.

Hasta ahora la caravana, que partió de Birmingham, ha recorrido plácidamente Ginebra -donde los Discovery fueron -presa- de los flashes en el Salón del Automóvil-, y el valle de Aosta, en el norte de Italia. Después, en Austria, los Discovery pudieron recibir un intenso curso de conducción sobre nieve y hielo a cargo de los responsables del Centro Land Rover Experience local, que les será de gran utilidad en posteriores etapas del viaje.

Desde Austria, los cuatro Discovery 4S cruzaron la frontera con Hungría, para disfrutar de la belleza de su capital, Budapest para, posteriormente, dar el salto a Ucrania donde, tras visitar su capital, Kiev, la caravana circuló por los alrededores de Chernobil. Este ha sido, hasta el momento, el jalón más impactante de cuantos se han recorrido, pues los alrededores de la ciudad ex soviética, 26 años después del desastre de su central nuclear es un paraje fantasma.

A la llegar a la costa del Mar Negro, las autoridades ucranianas permitieron a la caravana de Discovery entrar en una antigua base naval soviética, compuesta por un entramado de kilómetros de túneles por donde en la época de la Guerra Fría trasegaban los submarinos nucleares de la flota comunista. A día de hoy, paradojas del destino, junto a lo que ayer fue una base militar bajo el mando del Kremlin, se encuentra un puerto deportivo, donde se amarran varios de los más exclusivos yates del mundo.

Como final de esta primera mitad del -Journey of Discovery-, la expedición cruzó la frontera para adentrarse en Rusia y disfrutar, en la ciudad de Tula, de la exposición de automóviles de Nikhail Krasinets, que posee una colección de más de 300 modelos soviéticos en una muestra que abarca desde el utilitario Moskvich 1500 -vedado a los pocos afortunados que podían costearse un coche particular-, a un Gaz Chaika de 1961, reservado a los más altos dignatarios del Partido Comunista.

Por delante quedan aún miles de kilómetros a través de los caminos de Rusia, Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán y China.

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