Sea como sea, el trazado actual mantiene la antigua zona revirada del estadio, situada al final de la vuelta, mientras que el resto del circuito poco tiene que ver con el antiguo. Lo que sí mantiene del concepto anterior es una larga recta, una especie de falsa curva, que desemboca en una horquilla muy cerrada que permite los adelantamientos. Debido a esto, los equipos tienen que elegir si prefieren sacrificar velocidad máxima en las rectas para trazar mejor las curvas lentas del final, o perder esas décimas en la zona del estadio para tener la posibilidad de adelantar -o no ser adelantado- en la recta principal. Aunque cada escudería tiene su propia estrategia, la mayoría opta por la segunda opción, por lo que superaremos con facilidad los 300 km/h.
Desde que se modificó el trazado, tres pilotos en activo ya saben lo que es ganar aquí: Michael Schumacher (2002, 2004 y 2006), Fernando Alonso (2005) y Lewis Hamilton (2008). En 2003 ganó Juan Pablo Montoya y en 2009 no se corrió aquí, sino en Nurburgring.
Circuito fatal
Aunque los cambios introducidos en 2002 puedan ser criticables, lo que sí es cierto es que han convertido a Hockenheim en un circuito más moderno y seguro. Hasta la fecha, un total de cinco pilotos han perdido la vida en el antiguo trazado, entre ellos el dos veces campeón del mundo Jim Clark (1968.) Tras él, otros cuatro pilotos tuvieron aquí un final trágico: Bert Hawthorne (1972), Markus Höttinger (1980), Patrick Depailler (1980) y Tony Boden (1986).