‘El coche del mañana’ es un estudio a nivel europeo, elaborado por la consultora alemana Autoscout24 que, año tras año, investiga sobre las tendencias y aspiraciones de los conductores respecto al futuro de la movilidad y el automóvil. En su edición 2015, presentada a mediados de diciembre, ha indagado, entre otros temas, en lo que esperan los automovilistas europeos -han realizado una encuesta al respecto a cerca de 9.000 conductores de Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Holanda e Italia- del coche del futuro, concretamente, de aquel que circulará en el año 2040.
Así, los conductores europeos creemos que, para entonces, el tipo de vehículo más extendido será el coche eléctrico –lo creen así un 26,7% de los encuestados-, seguida por los híbridos -24%- y aquellos propulsados por hidrógeno –un 14,1%-. Sólo un 6,3% de los encuestados creen que los actuales motores de combustión a base de gasolina y diésel seguirán predominando dentro de 25 años.
Sin embargo, los automovilistas europeos coincidimos mucho más a la hora de revelar qué esperamos de los coches para ese entonces. Un 95,4% exigimos a un automóvil del futuro el mayor nivel de seguridad posible, seguido porque ofrezca unos costes asumibles -un 90,5%- y que destaque por comodidad -lo requiere un 89,9% de los encuestados-.
Aunque estas prioridades varían por países. De esta forma, los conductores españoles encuestados exigían en primer lugar la máxima seguridad pero, en segundo lugar y en vez de unos costos asumibles, la mayor comodidad. Nuestra tercera exigencia era una gran compatibilidad con el medio ambiente. ¿Los conductores más concienciados con la sostenibilidad? Los austríacos, que preferían esta cualidad en un coche por encima de la demanda de comodidad.
Capacidades concretas y, unicamente, información relevante
Pero, ¿qué le pedimos al coche del futuro en términos concretos? Pues algo relacionado con la seguridad: que el vehículo sea capaz de reconocer por sí sólo los peligros; algo que estima conveniente un 84,4% de los encuestados. A continuación, los europeos buscaremos en un coche que pueda detectar y evitar los atascos automáticamente –lo ‘exije’ un 80% de los conductores-, y que sea capaz de compartir información con el resto de vehículos –un 76,2%-. Una capacidad muy útil, sobre todo en las grandes urbes, es la cuarta clasificada por apetencias de los conductores: que el coche sea capaz de encontrar aparcamiento (y estacionar) automáticamente.
De nuevo, las preferencias en cuanto a las posibilidades concretas varían en función del país. En España, lo más demandado –lo solicitan un 60,9% de los automovilistas- es que el coche sea capaz de ofrecernos un amplio elenco de sistemas de entretenimiento. Una exigencia común en los países mediterráneos, como demuestra el hecho de que nos siguen en esta exigencia países como Italia y Francia.
Aunque, si en algo podemos estar de acuerdo los europeos es en el exceso de alertas que incluyen los automóviles actuales. Por eso, y de cara a 25 años de salto en el tiempo, 7 de cada 10 conductores europeos –concretamente, el 73,7%- considera que el vehículo sólo debería mostrar la información más relevante, mientras que un 65,7% estima que el automóvil debería proyectarla en el parabrisas. Eso sí, un 68,0% de los encuestados entiende que los coches de 2040 también ofrecerán información sobre el comportamiento del conductor y su estilo de conducción.
