Además, la firma escandinava también ha logrado rebajar hasta 139 gramos por kilómetro las emisiones de CO2 de la mecánica de gasolina T3 turbo con la caja de cambios manual. El vicepresidente de Investigación y Desarrollo de la empresa, Peter Mertens, ha señalado que por primera vez la marca ha logrado reducir el consumo de las versiones con cambio automático hasta el nivel de las manuales. En el caso del Volvo S60 con motor 1.6D y Powershift se sitúa en 4,3 litros por cada cien kilómetros recorridos, mientras que sus emisiones son de 114 gramos de CO2 por kilómetro.
Este reducido nivel de emisiones y de consumos se logra gracias a la menor fricción entre los componentes de la caja de cambios, la modificación del software, la incorporación del sistema Start/Stop y la optimización de los sistemas eléctricos.
Fuente: Europa Press
