Maserati Ghibli: Nuevos vientos

Maserati recupera el nombre de uno de sus modelos históricos, pero ya no es un coupé, sino una berlina de casi cinco metros. Además, nada más nacer ya se ha encontrado con algunos detractores: todos aquellos que nunca imaginaron un mundo con Maserati de gasóleo...


Existe un viento caliente y polvoriento que se produce en las tierras altas de Libia y desciende por el norte de África hasta el Mar Mediterráneo. Se conoce como Ghibli y dicen que es verdaderamente abrumador y sofocante. Quizá tanto como lo era la experiencia de ponerse al volante de ese pequeño y cuadrado coupé que Maserati comercializó en los años 90 y que ‘tomó prestado’ el nombre Ghibli por segunda vez en la historia de la marca.
Aquel vehículo, con el fin de eludir la elevada carga impositiva que en Italia se aplicaba a los automóviles con motor de más de 2.0 litros, incorporaba un impetuoso propulsor 2.0 V6 biturbo que daba rienda suelta a unos respetables 306 CV.

Antes, en 1966, se comercializó otro Maserati Ghibli… que se ofrecía en versiones coupe y cabrio.

Maserati Ghibli
Motor: Gasolina, 3.0 V6 biturbo de 330 ó 410 CV; diesel, 3.0 V6 de 275 CV. Cambio: Automático ZF de ocho velocidades con convertidor de par. Tracción: Trasera o total. Precio: Desde 75.000 euros aprox.

Así las cosas, y puestos a reciclar un nombre, cualquiera esperaría que la tercera generación del Ghibli fuera un coupe y que, si acaso, contara con una versión descapotable. Pero no. El recientemente presentado Ghibli es una berlina de cuatro puertas y 4,97 metros de largo que viene a ocupar el hueco dejado por el Quattroporte, ahora que éste se ha transformado en una mastodóntica berlina de 5,26 metros de longitud –mide casi tanto como un Bentley Flying Spur–.

Sus dimensiones y potencia configuran al Ghibli como un nuevo habitante del elitista segmento de las ‘berlinas-coupé de lujo’, en el que campan a sus anchas el Porsche Panamera, el Mercedes CLS, el Audi A7 Sportback y, más recientemente, el BMW Serie 6 Gran Coupé.

En realidad, las novedades no son tantas

A pesar del aparente aluvión de novedades, Maserati no ha logrado hacer un truco de magia y sacar de la chistera una nueva plataforma para el Ghibli. El chasis es una versión recortada y aligerada del chasis del que empleaba el Quattroporte –los ingenieros italianos de Módena han acortado la distancia entre ejes hasta los 2,99 metros–. Esto supone ciertos inconvenienes tecnológicos, ya que el Ghibli no podrá incorporar muchos sistemas de asistencia al conductor que sus rivales alemanes sí ofrecen –en algunos casos, incluso como equipamiento de serie–, como los asistentes de angulo muerto, mantenimiento de carril, lectura de señales, Head Up Display…

Como plantas de potencia, el Ghibli ofrecerá dos variantes del motor 3.0 V6 biturbo de gasolina que ya emplea el Quattroporte: una de 410 CV –acelera de 0 a 100 km/h en 5 seg.–, y otra más ‘modesta’, de 330 CV –pasa de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos–.

Y si hace un momento especificábamos ‘de gasolina’ es porque existe un tercer motor que no emplea ese combustible, sino gasóleo. Se trata de una versión potenciada a 275 CV del propulsor 3.0 V6 de gasóleo que emplea el Lancia Thema y que fabrica VM Motori, empresa de la que el Grupo Fiat posee un 50%–. Esto es algo que suena decepcionante, pero la cruda realidad es que el Ghibli sólo será un problema a tener en cuenta para sus rivales –por lo menos en lo que se refiere a Europa– si en su gama se ofrece un motor diesel. Además, gracias a un escape activo que vendrá de serie en el Ghibli diesel, Maserati promete que casi no te darás cuenta de que conduces un coche impulsado por gasóleo –al menos, por sonido–.

Por otro lado, ‘los números’ de esta versión no son malos: acelera de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos y anuncia un consumo de 6,0 l/100 km. En cuanto a cambio, los tres motores disponibles comparten una caja automática ZF de ocho relaciones y convertidor de par, así como un diferencial de deslizamiento limitado y una amortiguación adaptativa opcional.

Técnica

También con tracción total

La versión más potente del Ghibli –denominada Ghibli S, con motor de 410 CV– podrá ir asociada, en opción, a un sistema de tracción 4×4 que Maserati denomina Q4. Este mecanismo de tracción total se basa en un embrague multidisco controlado electrónicamente que, en condiciones de baja adherencia o en conducción deportiva, es capaz de enviar hasta un 50% del par al eje delantero. Eso sí, a ritmo tranquilo, el Ghibli S Q4 se desplaza únicamente con el impulso de las ruedas posteriores. El sistema añade tan sólo 60 kg al peso total del vehículo.

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